La cantaleta maravillosa del Gracias.

Entre el viernes 26 y el lunes 29 de mayo celebraré un nuevo milestone de mi vida laboral, académica y personal.

En esas tres fechas daré las últimas tres clases del segundo milenio y completaré las 3,000 clases en el IPADE.

Parece que fue ayer, pero ya han pasado siete años dese que celebre las 2,000 sesiones en Guadalajara.

Y lo único que se me ha venido a la cabeza para preparar este post es una palabra “gracias”.

Día del Maestro

Hace pocos días se celebró en México el día del maestro.

En Guatemala y en El Salvador se celebra en junio este efeméride.

Así que completar estas 3,000 sesiones queda en medio de la celebración de los días del maestro entre los tres países.

Aunque a mi me gustaría más que se llamara día del profesor.

En otros momentos he manifestado por aquí mi negación a que me digan Maestro (como alguna vez me dicen en México) y menos que me digan Catedrático como les gusta en Guatemala decirle a cualquiera que se pone enfrente en un aula.

Aunque soy Maestro por las maestrías que tengo, realmente no me siento un «Maestro«, alguien que ilumina el camino de otros, un guía, alguien que aporta nuevos conocimientos… De mérito relevante entre los de su clase.

Menos Catedrático,porque nunca he ganado ninguna cátedra en la academia.

¿Qué he sido?

Un profesor que se ha empeñado en tratar de aprender cosas para tratar de explicarlas.

También he puesto en algún post por aquí que, cuando leo o veo algo, estoy con la ilusión de compartirlo y pienso cómo puede explicarse de manera más fácil a otras personas.

Son dones recibidos: gratisdata, dirían los antiguos.

Por lo que, me viene siempre a la cabeza, el agradecimiento a Dios por los dones recibidos y por las oportunidades que me ha facilitado, sin buscarlas.

Harrison Ford

Como también he comentado aquí, para inspirarme a escribir algo necesito dos ideas.

La primera como que es la idea de fondo .

La segunda es como un detonador y amplificador de la primera.

Conecto las dos ideas y empiezan a salir estas palabras, casi como por ensalmo.

Y mientras esperaba un vuelo -cosa por demás frecuente- me sale en el Ipad una viñeta de una noticia sobre una frase de Harrison Ford.

El famoso actor que encarna al más famoso Indiana Jones.

Y la frase decía algo así: “no pienso en el paso del tiempo, sino que lo sufro”.

Primum primi me gusto la frase.

Cuando ya le metí cabeza, había algo que no me terminaba de gustar.

No leí el contexto de la frase.

Creo que tampoco hacía falta par a los efectos de este post.

Tengo tanta admiración artística por Ford que esa frase, que no me gusta, no me va a dejar de admirarlo.

El paso del tiempo

El paso del tiempo todos lo notamos; especialmente a partir de cierta edad empieza a notarse más.

En el aula cada vez te ven con más respeto, tratándote de usted, viéndote como para arriba.

Los dolores se presentan cada vez con más frecuencia.

Los marcadores de los “esdrújulos “ -como decía un amigo referido al colesterol y demás-,  empiezan a moverse al límite superior si es que no lo atravesaron ya hace algún tiempo.

Sí, el paso del tiempo se nota.

Pero yo, por lo menos, no lo he sufrido.

Me sigo gozando mis clases… unas más que otras, pero me las gozo.

Me encanta conocer nuevas personas que tienen toda una historia detrás de ellos (y hacia delante), de quienes se aprende muchísimo.

Me fascina saludar a los egresados cuando regresan al IPADE para alguna actividad.

Me gozo sobremanera asistir a las graduaciones, como la de la primera generación del Medex regional que acaba de llevarse a cabo.

Quizá no pienso en el tiempo. Solo lo siento y lo gozo.

Foto pose en el Jardín Frontis del IPADE a finales de 2022

Con un poco de vergüenza

Hace poco recibí un mail de un participante, que obvio no transcribiré completamente  por pudor.

Ya el subject del mail me asustó, porque decía “gracias por tanto”.

La maravillosa cantaleta del gracias; literal, es lo que se nos viene a la cabeza y al corazón cuando nos damos cuenta que tenemos que agradecer.

Quedó feo el párrafo anterior pero no tengo palabras más para decirlo.

Quiero agradecerte por el tiempo y esfuerzo que has invertido en enseñarnos.”

Gracias por tanto, Javier. Me voy satisfecho y contento con lo que aprendí y me divertí en el proceso”.

Y termina con una frase que la transcribo aquí, sabiendo que siempre me dará vergüenza haberla puesto:

Sigue compartiendo tus conocimientos y llevando esa emoción contagiosa a todas tus clases”.

Siempre recibir una palmadita en la espalda cae bien.

Así que agradezco mucho a Fernando por sus palabras.

Y también me anima a seguir dejando atrás el paso del tiempo para seguir gozando el aula como me ha tocado gozarla desde hace 40 años.

PS 1 Medex Regional

Como comentaba arriba, la primera generación del Medex Regional se ha graduado recientemente.

Cada grupo de los Medex tienen una partecita especial.

Este grupo inició en mayo 2021 todavía con muchas restricciones de pandemia.

Me tocó darles dos cursos completos más un medio curso: desde el primer trimestre hasta el último, pasando por el segundo.

La graduación fue muy emotiva.

En fechas, coincide con la cercanía de las 3,000 sesiones, por eso tienen un apartado aquí especial.

El presidente de la generación comentó que el IPADE le «había cambiado el corazón«.

Aproveché para tomarme muchas fotos con ellos, y desde mi posición durante la ceremonia.

La alegría les salía por todos los poros
Mi queridísimo Doctor… qué alegría que hayas terminado el Medex
La fan número 1 del Barca y su hermana. Lara
Con Carlos, a quien al principio pensé que era de Brasil hasta que me enteré que es portugués
Mexicana trabajando en Panamá. Felicidades Jeanete
Vista de la mesa principal o presidium
Una foto desde mi lugar hacia los graduandos
Una medio selfie con el Claustro durante la graduación

PS2 Medex Guadalajara

Como había comentado en Guadalajara que pronto cumpliría las 3,000 sesiones, Azul e Itzel organizaron una pre-celebración de la que adjunto unas fotos.

Muy agradecido a ellas y a todo el grupo.

Con los Medex que terminan ahora 2023 en Guadalajara
Un pastelito de quasi 3000 sesiones