Scientia et bonis artibus

Hace pocos días, el 2 de mayo visité la ciudad de Sonsonate, una calurosa ciudad en en Departamento del mismo nombre, en El Salvador.

Durante mi niñez pasé pocas veces por esa ciudad. Como la carretera pasaba por la ciudad, cuando acudía a la costa del occidente de El Salvador, pues tocaba pasar por allí. Alguna vez también acudí allí cerca, a una finca a pasar algún rato. Pero nada más que eso en esa «Villa del Espíritu Santo de Sonsonate» como parece ser el nombre oficial; fundada en 1552.

En los últimos años, pasé más frecuentemente al lado de Sonsonate, porque ya no hacía falta atravesar la ciudad.

Siempre había sido una ciudad de paso. Y también la referencia de cuando niños alguien lanzaba la pelota de futbol a las nubes, se decía: «a bajar cocos a Sonsonate».

El calorcito de Sonsonate es fuerte; aun con ese calor la ciudad se ve pujante y tiene relativamente cerca otras pequeñas ciudades o pueblos: Izalco, Nahuizalco, Acajutla, Sonzacate, Juayua, San José la Majada y otros más.

Universidad de Sonsonate

Hace unas semanas conocí la existencia de la Universidad de Sonsonate (USO). Esta Universidad fue fundada en 1982 por un grupo de empresarios de la ciudad. Me puse a revisar su página y fui encontrando una institución académica muy enfocada a carreras aplicables a la zona geográfica.

Pude hacer una visita a la Universidad el 14 de febrero, pues había amanecido esa mañana en San Salvador y tenía previsto almorzar en Guatemala. Así que con pequeño desvío en el camino San Salvador-Guatemala, pasé a conocer la USO.

Allí fui atendido por el Ingeniero Pacas, director del CITAM. El ingeniero Pacas me llevó a conocer también una finca que recién ha comprado la USO en San José la Majada. Es ésta una finca de café relativamente abandonada; desde que la compraron han empezado a trabajar en ella para reactivarla y que sirva para las prácticas de la carrera de Agronegocios.

El Convenio

¿Por qué andaba por esos lares?

Era sencillo. En la Fundación Margoth y Rolando Duarte, que tengo el honor de presidir, habíamos conseguido un donativo fuerte de una Fundación europea. Y nos habían puesto como condición que se usara en proyectos de largo alcance.

Así que con los contactos de mi sobrino Fernando con la USO logramos montar un proyecto para invertir esa ayuda.

Así que el pasado 2 de mayo, temprano por la mañana a las 8 am (a unos 28oC) logramos firmar un convenio de cooperación entre las dos instituciones.

La actividad fue muy sencilla, con la asistencia de la Rectora, del Decano de la Facultad de Ingeniería, de profesores y alumnos. De nuestra parte llegamos unos cuantos de los fundadores de la Fundación.

No estoy poniendo algunos detalles, porque en el discurso que pongo más abajo aclaro algunas cosas.

Por cierto, para llegar «uniformados» mi hermana Claudia nos compró unas camisas frescas -para hacerle honor al calor de Sonsonate- y logró que se bordara el nombre de nuestra fundación.

Fernando, mi sobrino, quien es muy movido, también logró que ese mismo día se firmara otro convenio entre la USO y una de las empresas de la familia: Saram-Mor, para apoyarles con crianza de pollos.

Así que mi hermano José Roberto no «cachó» camisa, porque no iba en representación de la Fundación, sino que iba como Gerente General de Saram.

La actividad fue breve con mis palabas (que preparé con anticipación y leí) y luego las palabras de la Rectora. Luego fue similar con mi hermano José Roberto: discurso de él y discurso de la Rectora.

Luego de las fotos, yo salí disparado pues debía llegar a almorzar a Guatemala para tomar vuelo a México esa tarde.

Por cierto, la frase que titula este post Scientia et bonis artibus es el lema de la Universidad de Sonsonate, que realmente me encantó mucho.

Discurso

Así que aquí dejo mi discurso y luego una buena cantidad de fotos.

Discurso de Javier Duarte Schlageter, Presidente de la Fundación Margoth y Rolando Duarte en la Universidad de Sonsonate del 2 de mayo de 2024, para la firma de un convenio de cooperación entre ambas instituciones.

Excelentísima Señora Máster Ana María de los Ángeles Rodríguez Salazar, Rectora Magnífica de la Universidad de Sonsonate.

Maestro Carlos Alberto Martínez Zaragoza, Decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Naturales.

Estimadas autoridades, profesores y alumnos de la Universidad de Sonsonate que nos acompañan hoy.

Con gran ilusión acudo esta mañana en nombre de la Fundación Margoth y Rolando Duarte para firmar el primer acuerdo de cooperación entre nuestra Fundación y la Universidad de Sonsonate.

Este acuerdo que ahora concretamos es el final de un proceso que iniciamos hace ya varios años con una fundación en Europa de donde provienen los fondos para lo que vamos a desarrollar en conjunto.

También ha sido más que valioso el trabajo del Ingeniero José Adolfo Pacas, Director del CITAM, quien junto con mi sobrino Fernando Magaña Duarte han terminado de concretar el proyecto y el convenio que hoy estamos firmando.

Debo referirme también de manera especial a mi hermana Claudia Duarte de Vásquez, directora ejecutiva de la fundación. Ella también ha sido baza fundamental para ambas cosas: conseguir los fondos y montar el proyecto. Muchas gracias, Claudia.

También merece especial mención mi hermana Silvia, quien ha ayudado enormemente para conseguir este donativo, así como otros anteriores que la Fundación en Europa nos ha concedido.

Señora Rectora, permítame contarle un poco de nuestra Fundación.

En 2009 falleció nuestro padre, Rolando Duarte F., quien fue un hombre verdaderamente enfocado al servicio, entregado a los demás, pendiente de ayudar a todo aquel que lo necesitaba. También fue un gran emprendedor e impulsor de iniciativas empresariales en el país.

En su honor, y teniendo todavía entre nosotros a nuestra madre, Margoth, decidimos constituir la Fundación Margoth y Rolando Duarte, enfocada principalmente a la educación, alimentación y ayuda en la zona de influencia de la familia Duarte Schlageter.

Con el ejemplo del servicio de nuestro padre y el cariño y apoyo de nuestra madre a todas esas actividades, vimos como lo más lógico tratar de alargar en el tiempo esas actitudes; por esto creamos la fundación que llevan sus nombres.

Iniciamos las actividades con la pandemia y tratamos de ayudar lo más que pudimos. Con el paso de los años hemos querido tratar de ser más proactivos para tener planes más a largo plazo, que es una de las tantas razones por las cuales hemos querido rubricar nuestro convenio hoy con la USO.

Mientras hemos trabajado para plasmar este proyecto, hemos visto de primera mano cómo la profesionalidad se manifiesta en esta casa de estudios: la ciencia. Al mismo tiempo, el trato de respeto y de cordialidad en este trabajo en conjunto nos ha servido para comprobar las buenas artes.

Así que cuando leí el lema de la universidad, Scientia et bonis artibus: ciencias y buenas artes, conocimiento y buen arte, descubrí la realidad de estas palabras que inspiran su trabajo: conocimiento, las cosas bien hechas, bien trabajadas, con experiencia, y mucho estudio. Las buenas artes para no olvidar lo importante en toda sociedad: que son, somos, las personas.

Con frecuencia he considerado que las relaciones profesionales siempre deben ir acompañadas de amistad y trato cordial. A fin de cuentas, lo más importante en la vida es la amistad, el cariño, el amor que ayuda a sobrellevar cualquier dificultad de tipo material, que siempre tendremos.

Decía hace un rato que la firma de este convenio de cooperación es el final de todo un proceso que iniciamos hace meses.

Al mismo tiempo, este día es el inicio de algo más. Es el inicio en sí mismo de este proyecto conjunto de la Fundación Margoth y Rolando Duarte con la Universidad de Sonsonate.

Y también es el inicio de más proyectos que podamos encontrar en conjunto para apoyarnos mutuamente en pro de nuestro país, como bien dice al final de la misión de la USO: “para contribuir al desarrollo humano sostenible de El Salvador”.

Nuestro país ha sido un país muy sufrido. Encontramos lugares de apoyo por cualquier lado en que volteamos a ver. Especialmente sufrimiento es el de las personas en situación de precariedad, aquellos más necesitados: desde alimentos básicos hasta educación superior.

Quizá por eso me ha ilusionado tanto este convenio con la USO, porque podremos ayudar en ese abanico de necesidades de personas concretas en esta zona occidental del país: dar alimento que esperamos generar con nuestro proyecto. Y también conseguir educación para los más necesitados, con la proyección social que tiene la USO y con quien esperamos apoyar también en este ámbito. Así llegaremos “al desarrollo justo y equitativo de la sociedad salvadoreña” como dice en la visión de la Universidad.

Tengo que reconocer, señora rectora y amigos que nos acompañan hoy, que cuando me permití conocer más la USO descubrí, con gran alegría que imparten aquí la carrera de Licenciatura en Matemática. Podría decir que, casi automáticamente, me enamoré de la USO, pues hace 41 inicié mis estudios universitarios en esta maravillosa ciencia, aunque lamentablemente ya no me he dedicado a desarrollar esta ciencia.

No quiero terminar sin hacer referencia a quienes, de parte de la Fundación Margoth y Rolando Duarte nos acompañan hoy.

Ya me he referido a mi sobrino Fernando. A mi hermana Claudia le acompaña su esposo René.

También nos acompañan mi hermana Patricia, mi cuñado Mario y mi sobrino José Mario, todos miembros fundadores de nuestra Fundación. Aunque viene representando a la empresa que dirige, también nos acompaña mi hermano José Roberto, quien es uno de los fundadores.

Está con nosotros, además, Elsy, quien se hará cargo de la coordinación operativa del proyecto.

Señora Rectora, no le quito más su tiempo. Un amigo cuando quería recalcar algo importante decía: “añadir un plus más adicional extra” a esta firma.

El 14 de agosto de este año, en poco más de tres meses, se cumplirán 100 años del nacimiento de nuestro padre Rolando Duarte F. Así que hemos visto este proyecto como el proyecto inicial para la celebración del centenario de Don Rolando.

Como colofón, queremos dejar para la Universidad un libro testimonio que editó la fundación hace un poco más de dos años. Sería un gran gusto que pudiera incluirse entre los libros de la Biblioteca de la USO.

Señora Rectora, reitero mi agradecimiento y el orgullo por la firma de este convenio, que sabemos que estará acompañado de scientia et bonis artibus. Gracias.

Aquí, durante el discurso me interrumpí para dejarle a la Rectora el libro conmemorativo de mis papás
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Jose Mario, Javier, Claudia, Elsy, Paty, Fernando, René y Mario
Con la rectora, enseñando los documentos que firmamos. Atrás Claudia.
Fernando el principal gestor para el convenio… a la derecha su papá Mario.
Paty, Javier, el Ingeniero Pacas, Fernando y Claudia
La Rectora y el Decano de Ingeniería
El de verde es José Roberto, mi hermano
José Roberto durante su discurso
Javier y su discurso. Compare esta foto con la anterior y verá el mismo peinado.
Javier, Claudia, José Roberto y Paty. Cuatro de los ocho hermanos DS
Algunos de los asistentes: profesores y alumnos