24! «Kemoción!»

Como algunos saben, me gusta mucho el béisbol.

Por falta de tiempo, no puedo seguirlo al ritmo que me gustaría.

Sin embargo, sigo algunas cosas.

En otros post he comentado que el béisbol es un deporte noble.

(Cuando revisé post viejos me encontré 5 post de beisbol)

Las alegrías se comparten y también las penas: entre compañeros y también entre contrincantes.

Excepciones en el beis

Las cosas excepciones en el béisbol son realmente excepcionales.

Hay récords para todo. Por ejemplo de los 33 jugadores que han bateado 3,000 hits o más, sólo dos han bateado arriba de 4,000, el inigualable Pete Rose y Ty Cobb

Se requiere constancia para conseguir eso.

Y por supuesto que se requiere ser un gran bateador, uno que no se lesiona, que siempre está en forma, etc.

Lo mismo sucede con Carl Ripken Jr, quien tiene el récord de más partidos jugados consecutivamente: 2,632… además, Ripken está entre los 33 con más de 3,000 hits.

Son récords maravillosos y muchos aplaudimos con ilusión y , por qué no decirlo, con emoción, a estos maravillosos deportistas.

Con «kemoción!» como decía una persona muy querida.

Hace un tiempo escribí, con gran alegría sobre un hito de Miquel Cabrera.

A pesar de no ser del equipo de mis simpatías, me uní a la celebración de su logro al llegar a los 3,000 hits.

Por supuesto que los récords o hitos que logran los peloteros de mi equipo favorito me dan un nivel de contentura más alto.

Así pasó cuando Mariano Rivera rompió el récord de más partidos salvados.

O cuando el “capitán” Jeter llegó al hito de los 3,000 hits lo goce como nunca.

Y también sentí mucha «kemoción!» cuando se retiró el gran Big Papi de los Medias Rojas de Boston -el archienemigo-, pero a quienes se agradece esa sana y gozable rivalidad.

Juego Perfecto

Para mi gusto hay un evento el en el béisbol que es el más grande.

Me refiero al juego perfecto.

«Kemoción!«

Tan excepcional, tan único es un juego perfecto en las grandes ligas, que solo 24 pitchers lo han logrado en la historia.

Para hacerse una idea de lo que significa esto… cada equipo juega unos 150 partidos al año. 

Los Yankees tuvieron que esperar unos 3,600 partidos para que otro pitcher de su equipo lanzara un juego perfecto.

Es el primer juego perfecto desde que nació este blog!!!!!!

24 «Kemoción!«

Un compañero de trabajo, me comentó: «no entiendo cómo el mejor partido de un deporte puede ser aquel en el que no pase nada».

La «kemoción!» subió a su grado máximo por la afrenta, la ofensa y especialmente por la falta de conocimiento.

Enfrentar a 27 bateadores y que ninguno llegue a primera base safe es una hazaña extraordinaria.

Y «claro que pasan cosas».

La «keomción!» va subiendo conforme van pasando los innings y ni un jugador se embasa.

El equipo juega también con más presión.

Cualquier descuido «miserable» puede ser suficiente para que el esfuerzo de todos se derrumbe.

Según he leído hay la costumbre de que el pitcher que lanza un juego perfecto les da un regalo a cada uno de los jugadores que le ayudaron en la hazaña.

No voy a poner aquí las estadísticas del juego perfecto.

Hay varias noticias sobre las cosas especiales de este juego: como que en los partidos anteriores le había ido mal al pitcher, que jugó con el número 0, el único pitcher en lanzar un juego perfecto con este número, …

Así, Domingo Germán se convierte en el cuarto pitcher Yankee en lanzar un juego perfecto.

El primer dominicano en lograrlo (país proveedor de magníficos peloteros).

Una coincidencia de los 4 pitcher Yankees: sus nombres empiezan con D: Don Larsen, David Wells, David Cone y Domingo Germán.

Máxima «Kemoción!»

Antes de escribir estos últimos párrafos he vuelto a ver el último out del partido.

Máxima «Kemoción!»… qué alegría…

Imagínate: el estadio es del equipo contrario… estás de visita.

La mayoría de aficionados son de los Atléticos de Oakland y no de los Yankees.

Pero todo ellos saben que están ante un hecho histórico.

Están presenciando lo que puede ser el vigésimo cuarto juego perfecto de la historia.

Sólo 24 entre cientos de miles de partidos.

Puede ser…. puede no ser… «ser o no ser, esa es la cuestión».

Todos están de pie. Nadie quiere perderse la jugada final del primer juego perfecto en más de una década.

Va la bola al plato.

La conecta el bateador (dejémoslo como bateador anónimo).

Sale una rola -fuerte y dura- hacia el tercera base.

La recoge con el guante, avanza unos pasos en dirección a la primera base, sacando la pelota con la mano libra y volviéndola a meter en el guante una vez más, hasta que la lanza con toda su fuerza a la primera base.

El umpire de primera base marca el out 27 y el juego termina.

El estadio explota… los aficionados gritan a todo pulmón.

No importa si sos de los Atléticos o de los Yankees o de los Dodgers….

Todos gritan -gritamos- con la felicidad de ese hombre nacido hace 30 años en San Pedro de Macorís, República Dominicana.

Juego Perfecto…. guauuuua

Felicidades a Domingo… felicidades a los Yankees… felicidades a todos los que nos gusta el beisbol…

24! «Kemoción!»