Algunos saben que el beisbol me gusta. Aunque no logro ver los partidos durante la temporada regular, sí sigo más de cerca la postemporada.
Como hay muchas personas a las que el beisbol no les agrada porque dicen que es aburrido, siempre he pensado por qué me gusta este deporte. Y es una pregunta difícil, tan difícil como contestar por qué me gusta tanto la lasagna de carne. A uno le gusta algo y basta.
Pero también hay argumentos de «razón» del por qué me gusta el beisbol. Quizá una razón es que pasás de la tranquilidad máxima y del desánimo por tu equipo que va perdiendo a la emoción y al optimismo porque tu equipo de un sólo golpe metió 4 carreras con dos outs en la última entrada, y con dos strikes, y eso dejó al otro equipo en el diamante sin discusión. Como diríamos «es aburrido hasta que deja de serlo».
Efectivamente a veces puede ser tedioso y lento. A mí me da esa impresión del futbol de Guatemala: tedioso y lento, y no soporto un partido completo ni por asomo.
De los deportes que conozco es quizá el único que te puede llevar del más duro pesimismo al más desagradable optimismo (desagradable para los contrarios) en un segundo.
También me gusta por lo vistoso de muchas jugadas. Ver cómo hacen un doble play es increíble. O como capturan una pelota antes de que pique en el suelo tirándose de cabeza… Son jugadas maravillosas hechas por grandes deportistas.
Cuando era universitario siempre jugaba al beisbol durante octubre, aprovechando la emoción de la Serie Mundial. Tratábamos de hacer las mismas jugadas de nuestros «ídolos», y lo único que lográbamos era reírnos a mansalva de cómo un fly le pegaba en la cabeza a un fielder distraído; o como uno que se robaba tercera base se tiraba de frente para llegar a la base, dándose un «platanazo» sacándose el aire… Y allí comprobabas cómo no es fácil lo que esos grandes hombres lo presentan.
Otros critican que los beisbolistas no son deportistas, que son todos gordos. Pero cuando uno ve correr a uno de esos gordos… o hacer jugadas de maravilla… descubre que sí lo son: gordos, pero buenos deportistas. Obviamente no ganaran una maratón ni un triatlón, pero sí podrán ganar un anillo de la Serie Mundial.
El beisbol me gusta por los records y estadísticas. Son dos temas que me han apasionado siempre y que allí se juntan…
Este año mi equipo, a quien sigo desde 1977, los Yankees de Nueva York no llegaron a postemporada. Por segunda vez en los últimos 19 años no lograron alargar su temporada. Ni modo. Por contra, los acérrimos enemigos de los NYY (New York Yankees) sí pasaron a la postemporada; no sólo pasaron a la postemporada, sino que además, ganaron la división Este de la Liga Americana, en la que también compiten los Yankees. Y luego ganaron su primer playoff, y posteriormente se coronaron campeones de la Liga Americana. Y para colmo de los Yankees de hueso colorado, ganaron inobjetablemente la Serie Mundial venciendo a los Cardenales de San Luis 4 partidos a dos.
Por naturaleza Yankee, siempre he ido en contra de los Medias Rojas de Boston (los Patirrojos). Y casi casi, que los Medias Rojas no ganaran era suficiente para quedarse contento. Así pasó durante muchísimos años… tenían una maldición, la del Bambino, por la que no ganaban la Serie. Famosa es la ocasión en la que se quedaron dos veces a un strike de ser campeones, y no pudieron. Pero en 2004 rompieron la maldición. Pero no estaba totalmente rota. Porque en 2007 también les volvió a pasar otra vez que ganaron la Serie Mundial, pero fuera de casa. Hasta que este año lograron romper la maldición completamente, pues se volvieron a coronar otra vez en su casa, cosa que no hacían desde 1918: casi 100 años.
Pero este año apoyé a los Patirrojos. Como dirían los brasileños, «torcí» por ellos durante la Serie Mundial. Hasta me empezaron a caer bien sus jugadores. Quizá fue porque hace relativamente poco le hicieron un homenaje a Mariano Rivera, el famoso Mo, el mas grande cerrador de la historia de la Grandes Ligas de USA. Mo, Yankee toda su vida, recibió un homenaje en el estadio de los Medias Rojas. Algo inconcebible. Así que pensé que si los Medias Rojas homenajeaban a Mariano, yo podría apoyarlos «moralmente» en la Serie Mundial. Me terminó de convencer que previo al segundo partido en Boston, le volvieron a dar un homenaje a Mariano. A partir de ese momento me volví -temporalmente- en fan de los Medias Rojas. Y empecé a admirar a ese equipo que montaron.
No me quiero entretener más. Pienso escribir un artículo (ahora que estamos muy cerca en el tiempo) sobre el Big Papy, cuya foto quise poner al inicio de este post. Ahora sólo lo menciono por lo grande que ha sido para los Patirrojos este año. Y especialmente durante la Serie Mundial.
Así que felicidades Patirrojos. Se lo merecieron de todas todas.
2014 será otro año y confío en que los Yankees consigan a jugadores que le presenten batalla a los Medias Rojas, y que el próximo año podamos volver a ganar una Serie Mundial, que ya nos hace falta… y no se hagan ilusión de que me pasaré a Boston…. seguiré siendo Yankee.
