«Apaga y vámonos»



Cuando mi hermano mayor Rolando iba a visitar a su novia me llevaba con él, para así entretener al hermano de su novia, Walter. Con el tiempo, nos hicimos muy amigos con Walter, y empecé a ir a su casa, aunque mi hermano no visitara a su novia (mi primera cuñada desde 1977). Especialmente visitaba la casa de Walter en las épocas de vacaciones de colegio, empezando por el mes de octubre. Walter me introdujo en el béisbol  y precisamente en 1977, fue un año de Serie Mundial Yankees versus Dodgers. Al final, los Yankees empezaron a ser mis favoritos en este deporte. Y hoy quiero comentar algo sobre un gran Yankee, un panameño que después de jugar 19 años con NYY se retira.


El año pasado, Mariano Rivera, Mo, había decidido retirarse. Ya había roto el récord de todos los tiempos en ligas mayores de haber salvador más juegos, superando los 601 del récord de Trevor Hoffman. Pero al poco tiempo de esto, Mariano se lesionó seriamente la rodilla, en un calentamiento previo a un partido. Pasó bastantes meses para recuperarse, y este año nuevamente empezó a lanzar, a salvar partidos. Su estadística principal, 652 partidos salvados, será un récord durante varias décadas. 

Mariano es un orgullo de Panamá, de Centroamérica y de Latinoamérica. 

Se pueden hablar muchas cosas buenas de Mariano, aunque ahora prefiero comentar algunas cosas que le han hecho a él.

Después de recuperarse de la lesión, Mo avisó que este año sería el último de su brillante carrera, y que al final, se retiraría. Así que empezó una cosa, que para otros deportes, en otros países suele ser insólito: una serie de homenajes en todos los estadios que visitaba. Desde abril, empezaron esos homenajes. Le rindieron homenajes equipos y estadios que son acérrimos «enemigos» de los Yankees (Boston le homenajeó hace pocos días). Pero la nobleza de este deporte, la calidad humana y profesional de Mo lo favorecía.

¡Qué agradable que un equipo contrario y su estadio lleno, le dé un standing ovation  a un jugador de otro equipo! 

En otros deportes, yo sólo conozco el caso de Andrés Iniesta, en España, que recibía el homenaje de todos sus coterráneos por haber dado a su país el título  de Campeón del Mundo de Fútbol. Seguro hay más ejemplos de esto, pero los desconozco.

Un narrador de béisbol latinoamericano le puso a Mo el apodo de «Apaga y vámonos», porque cuando llegaba a la lomita Mo, prácticamente no había nada que hacer para los rivales.

Por supuesto que falló muchas veces Mo. Pero sus fallos de un día no le afectaban para su trabajo del día siguiente: quizá era esta una características que aprenderle. Cuando nos equivocamos y fallamos (perdemos un partido), hay que pensar que eso no nos puede afectar para el siguiente, sino que hemos de «comenzar y recomenzar» cada día.

El homenaje del domingo pasado fue en su «casa» durante 19 años: el Yankee Stadium. No fue el estadio que construyó el Bambino, sino el que construyó Mo con otros jugadores, ese nuevo estadio fuera de serie. 

Mo usaba el número 42. Era el único pelotero del béisbol que usaba todavía ese número, pues recientemente fue retirado por ser el número que usó el primer beisbolista negro, Jackie Robinson (perdón por poner la palabra «negro», pero cuando Robinson empezó a jugar, así se decía). Mo tenía el privilegio de usarlo hasta su retiro, ya que desde 1997 ninguno lo usaba. El domingo develo un homenaje a Robinson, y luego retiraron su número del equipo de los Yankees: es el primer jugador de quien se retira su número mientras todavía está en activo.

Los detalles de cómo lo homenajearon este domingo fueron grandes. Las noticias dan cuenta de ello.

Por de pronto no nos queda más que decir: «apaga y vámonos».

Nos vemos pronto.