22-02-2022

Hace unos días mi jefe Beto y nuestro amigo Iván -con quien tenemos un chat en común- hicieronuna llamada de atención para la fecha que estábamos celebrando.

Como hace poco escribí un post con la fecha 2-2-22, me dijo mi jefe Beto que a ver si escribía algo con la fecha 22022022… que es un palíndromo.

Entre los miles de participantes a quienes he tenido el gusto de darles clase, siempre haces algunas amistades.

Olivia es una de ellas.

Y le encantan los palíndromos… estuve revisando su Facebook y descubrí que tiene algunos meses que no publica palíndromos.

El primero que encontré es este…

Soñó tolerar el otoño. Sólo soñó tonos ocre; caos, él eso acercó. Son otoño. Sólo soñó tolerar, Él, otoños…

Siempre la he admirado por poder escribir estos palíndromos, consiguiendo que tengan sentido.

Y la fecha del 22 de febrero era un palíndromo.

Nuestro amigo Iván, nos mandó entonces, para complementar, que la fecha 22022022 no sólo era un palíndromo, sino también un ambigrama.

Por supuesto que puse cara de conocedor del concepto de ambigrama y mientras, lo buscaba con toda rapidez en el diccionario de la RAE.

¡Y no salía!

Entonces, me fui a Google, «el que todo lo sabe» y me econtré con un artículo largo sobre el ambigrama, que aquí puedes leer.

Independiente de lo anterior, tenía desde hace muchos meses un video de TED que había visto y del que quería escribir algunas ideas, pues, cuando lo vi, me había gustado mucho.

No recuerdo quién me lo recomendó pero lo vi con mucho gusto.

Michael Sandel

No conocía al personaje y hasta ahora que lo he vuelto a ver me dediqué a buscar la historia de Michael Sandel.

Michael Sandel

Filósofo y Profesor de Harvard (con lo que el prestigo entra de forma natural).

El video de TED de Sandel dura unos 8 minutos, y va explicando, de una manera bastante tranquila, sus ideas.

Aunque vaya diciendo sus ideas de manera tranquila, el título de su conferencia es muy fuerte: «La tiranía del mérito».

Su análisis está centrado en USA, como es lógico, aunque creo que emite juicios que se pueden aplicar para otros países claramente.

Dice que existe una mentalidad de ganadores y perdedores.

Y sucede que muchas veces los ganadores (o exitosos) han tenido unas oportunidades que los perdedores (o fracasados) no han tenido.

Y que estos conceptos están en la base de la meritocracia. Eres exitoso, tienes mérito para estar arriba y al revés.

Hace hincapié en que no todas las personas tienen las mismas posibilidades de sobrevivir, de tener éxito, por las condiciones en que se dan sus vidas.

«Nacer en la pobreza implica, casi siempre, seguir en la pobreza».

La meritocracia corroe el bien común por la arrogancia de los ganadores que se jactan del éxito menospreciando y humillando a los perdedores.

Olvidan la suerte o buena fortuna que los ha ayudado a conseguir el éxito.

Como ves, usa frases muy fuertes.

Cuando oía esto, me planteaba cómo puedo ayudar más a la gente que no ha tenido la oportunidad o los recursos o la «suerte» de tener éxito económico en la vida.

En nuestros países de latinoamérica la pobreza es enorme.

Gracias a Dios hay muchas personas que están empeñadas en ayudar a aquellas personas que no han tenido esa «suerte» que le has llevado al éxito.

Y será una tarea para toda la vida de nuestros países.

Tres aspectos

La parte final de la conferencia de Sandel habla de tres aspectos: el rol de las Universidades, la dignidad del trabajo y el significado del éxito.

Con relación al primer aspecto, en el rol de las Universidades, me gustaría comentar la idea que tiene un querido amigo para «crear» unas escuelas técnicas no universitarias para personas que no «pueden o quieren o no les conviene» asistir a la Universidad.

Le deseo a mi buen amigo Mariano que logre implementar esta maravillosa idea.

El segundo aspecto, el sentido del trabajo, la dignidad del trabajo implica que no sólo es un lugar para conseguir sustento para su familia, sino que también hay una contribución al bien común, a la sociedad, al país.

Usa una frase que todos deberíamos tener en la cabeza: «yo contribuí a construir este país».

El trabajo nos hace dignos, nos dignifica.

Y eso que Sandel se queda en un ámbito natural, porque cuando se trata de sobrenaturalizar el trabajo -metiendo a Dios en el cogoyo de las realidades laborales- la dignidad del trabajo se multiplica por infinito.

Y el tercer aspecto, sobre el significado del éxito, Sandel se pregunta «¿Me merezco yo mis méritos?»

Son talentos recibidos o que nos cayeron de buena suerte.

Y que el éxito tiene que verse con espiritu de humildad.

Tal vez podría incluirse una visión del éxito menos economicista (monetario): no tanto el tener como el hacer y, más aun, el ser.

La reflexión de estas ideas darían para mucho más.

Pero me detengo aquí y te recomiendo que veas el video completo de Sandel.

Tal vez podríamos armar un pequeño «Zoom-Forum» sobre el mismo.

«Te lo dejo al costo» como dice otro querido amigo.