Carlos Llano


A veces uno se deja influenciar por otras personas; a veces esas otras personas lo influyen a uno queriendo, y en otras ocasiones, sin querer. A veces esas influencias son por tópicos, o lugares comunes.

Así que cuando conocí a Carlos Llano hace ya 17 años, ya sabía cosas sobre él, como que era un excelente profesor y un gran directivo, un emprendedor y un buen director. Sólo tenía mala fama en una cosa: que lo que escribía no se entendía mucho. Así que cuando empecé a leer algunos de sus libros, pensé que tenían razón aquellos que me decían eso sobre su escritura.

Pero recientemente he estado estudiando algunos capítulos de sus libros. Varios de sus libros son recopilaciones de artículos, así que pueden leerse de manera bastante independiente. Y efectivamente, no es que tenga una claridad meridiana en lo que escribe; es decir, no es un divulgador de primera categoría. 

Pero eso no importa. No soy experto en sus escritos. De hecho, he leído pocos de sus libros (calculo que he leído completos sólo 5, y algunos capítulos de otros). Pero en lo que he estado leyendo últimamente he «descubierto» por propia evidencia la enorme capacidad intelectual y académica que tenía, unida a una gran experiencia en la dirección de empresas.

La verdad es que no pretendo escribir algo sobre su pensamiento, pues además, tengo poco tiempo para hacer eso ahora, pues estoy preparando un examen que debo entregar el domingo a más tardar. De hecho, leo sobre Carlos Llano porque el examen es sobre su pensamiento. Sólo que estoy «intelectualmente emocionado» (no sé si Carlos aceptaría esta expresión, pero aquí la pongo).  Y una manera que tengo para calmar esa emoción es ponerla por escrito, porque necesito seguir estudiando tanto el pensamiento de Carlos como la materia sobre la que debo analizar su pensamiento.

Tengo previsto hacer un trabajo más profundo sobre la «Toma de decisiones directivas en el pensamiento de Carlos Llano Cifuentes» por lo que tendré que estudiarlo más a fondo. Espero con este trabajo -además de obtener el título de maestría- en rendirle tributo y ayudar a difundir su pensamiento, tan profundo y al mismo tiempo tan práctico.

Así que no será la última vez que escriba de Carlos. Espero reflexionar sobre su pensamiento más adelante.

Nos vemos más adelante