Tres Jueves hay en el año…


«Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Jueves de Ascensión». Así reza el dicho castizo.


Pues este jueves, en muchas partes del mundo, se celebrará la Solemnidad del Corpus Christi. Aunque ya lo había comentado, considero que conviene repetir algunas ideas. Durante la Semana Santa hay un día dedicado de manera específica a celebrar la Institución de la Eucaristía: el Jueves Santo. Pero como ese celebración está dentro de la Semana Mayor, de alguna manera se vio la necesidad de celebrar en otro momento ese gran misterio de la Eucaristía. Y así fue que hace más de 900 años que en la Iglesia Católica se empezó a celebrar la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, conocida por su nombre latino: Corpus Christi


No me entretengo en la historia de esta celebración, sino en lo que se celebrará el próximo Jueves (en algunos lugares se trasladará al domingo). Se celebrará lo más grande que tiene la Iglesia en su vida. Sólo para hacerse una idea, la última Encíclica del Beato Juan Pablo Magno se llama así: «Ecclesia de Eucharistia», «La Iglesia vive de la Eucaristía». Todo gira, en la Iglesia, alrededor de este sacramento-sacrificio. Si muere alguien, se celebra una Misa de Requiem; si alguien se gradúa o recibe algún título se hace una Misa de Acción de Gracias; el matrimonio se celebra durante la Misa; la Confirmación se administra preferentemente en la Santa Misa; y así, sucesivamente. Y en esta Solemnidad se celebra ese misterio. 


Los textos litúrgicos son maravillosos. Al final pongo algunos de los que se usan o surgieron alrededor de esta Solemnidad.


También es maravillosa la costumbre -que está volviendo cada vez en más lugares- de la «Procesión del Corpus». O la costumbre también de tener la Exposición y Bendición Solemne del Santísimo Sacramento durante ese día y los 8 posteriores, con lo que se llama la «Octava de Corpus». O lo que ya he comentado en otro post, el crecimiento de las capillas de adoración perpetua en muchos lugares. 


En fin, es una buena ocasión para repasar algunas ideas sobre este maravilloso Sacramento-Sacrificio. Al final adjunto también algunos textos del Compendio sobre este Sacramento.

Aprovecho también añadir el link para la adoración eucarística que habrá este jueves en todo el mundo al mismo tiempo. http://www.annusfidei.va/content/novaevangelizatio/es/eventi/adorazioneeucaristica.html

Textos alrededor del Corpus Christi

Al Salvador alabemos,
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.

Alabémoslo sin límites
y con nuestras fuerzas todas;
pues tan grande es el Señor,
que nuestra alabanza es poca.

Gustosos hoy aclamamos
a Cristo, que es nuestro pan.
pues él es el pan de vida,
que nos da vida inmortal.

Doce eran los que cenaban
y les dio pan a los doce.
Doce entonces lo comieron,
y después, todos los hombres.

Sea plena la alabanza
y llena de alegres cantos;
que nuestra alma se desborde
en todo un concierto santo.

Hoy celebramos con gozo
la gloriosa institución
de este banquete divino,
el banquete del Señor.

Esta es la nueva Pascua,
Pascua del único Rey,
que termina con la alianza
tan pesada de la ley.

Esto nuevo, siempre nuevo,
es la luz de la verdad,
que sustituye a lo viejo
con reciente claridad.

En aquella última cena
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos
el memorial de su vida.

Enseñados por la Iglesia,
consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen,
y dan fuerza en el camino.

Es un dogma del cristiano
que el pan se convierte en carne,
y lo que antes era vino
queda convertido en sangre.

Hay cosas que no entendemos,
pues no alcanza la razón;
mas si las vemos con fe,
entrarán al corazón.

Bajo símbolos diversos
y en diferentes figuras
se esconden ciertas verdades
maravillosas, profundas.

Su sangre es nuestra bebida;
su carne, nuestro alimento;
pero en el pan o en el vino
Cristo está todo completo.

Quien lo come, no lo rompe,
no lo parte ni divide;
él es el todo y la parte;
vivo está en quien lo recibe.

Puede ser tan sólo uno
el que se acerca al altar,
o pueden ser multitudes:
Cristo no se acabará.

Lo comen buenos y malos,
con provecho diferente;
no es lo mismo tener vida
que ser condenado a muerte.

A los malos les da muerte
y a los buenos les da vida.
¡Qué efecto tan diferente
tiene la misma comida!

Si lo parten, no te apures;
sólo parten lo exterior;
en el mínimo fragmento
entero late el Señor.

Cuando parten lo exterior,
sólo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona  de Cristo.

El pan que del cielo baja
es comida de viajeros.
Es un pan para los hijos.
¡No hay que tirarlo a los perros!

Isaac el inocente,
es figura de este pan,
con el cordero de Pascua
y el misterioso maná.

Ten compasión de nosotros,
Buen pastor, pan verdadero.
Apaciéntanos y cuídanos
y condúcenos al cielo.

Todo lo puedes y sabes,
pastor de ovejas, divino.
Concédenos en el cielo
gozar la herencia contigo.

Amén.

Himno Pange lingua

Canta, lengua, el misterio del cuerpo glorioso y de la sangre preciosa que el Rey de las naciones, fruto de un vientre generoso, derramó como rescate del mundo.

Nos fue dado, nos nació de una Virgen sin mancilla; y después de pasar su vida en el mundo, una vez esparcida la semilla de su palabra, terminó el tiempo de su destierro dando una admirable disposición.

En la noche de la última cena, recostado a la mesa con los hermanos, después de observar plenamente la ley sobre la comida legal, se da con sus propias manos como alimento para los Doce.

El Verbo hecho carne convierte con su palabra el pan verdadero en su carne, y el vino puro se convierte en la sangre de Cristo. Y aunque fallan los sentidos, basta la sola fe para confirmar al corazón recto en esa verdad.

Veneremos, pues, inclinados tan gran Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos.

Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y júbilo, salud, honor, poder y bendición; una gloria igual sea dada al que de uno y de otro procede. Amén.

Oración
Oh Dios, que en este admirable Sacramento nos dejaste el memorial de tu pasión; te pedimos nos concedas venerar de tal modo los 
sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

•Salve, verdadero Cuerpo nacido de María, la Virgen. Verdaderamente atormentado e inmolado en la Cruz por los hombres. Cuyo costado traspasado vertió agua y Sangre. Haz que te gustemos en el trance de la muerte. ¡Oh Jesús amable! ¡Oh Jesús piadoso! ¡Oh Jesús, Hijo de María!

•Jesús instituyo este sacramento como memorial perpetuo de su Pasión, como realización de las antiguas figuras, como el mayor milagro que había hecho y el mayor consuelo para aquellos que dejaría tristes con su ausencia.

•Sin dejar la derecha del Padre, y para consumar su obra divina, el sumo Verbo, que ha venido al mundo, llega al fin al atardecer de su vida.
Antes de ser, por uno de los suyos, dado a quienes muerte le darían, en el vital banquete del Cenáculo se dio a los suyos como vianda viva.
Se dio a los suyos bajo dos especies, en su Carne y Sangre Sacratísimas, a fin de alimentar en cuerpo y alma a cuantos hombres este mundo habitan.
Se dio, naciendo, como amigo; comiendo, se entregó como alimento; muriendo, se empeñó como rescate; reinando, se nos brinda como premio.
Hostia de salvación, que abres las puertas celestes de la gloria prometida: fortalece y socorre nuestras almas asediadas por fuerzas enemigas.
Glorificada eternamente sea la perpetua Deidad, que es una y trina, y que Ella finalmente nos conceda en la patria sin fin, vida infinita. Amén.


Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (algunos puntos)

“EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
271. ¿Qué es la Eucaristía?

La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna.

272. ¿Cuándo instituyó Jesucristo la Eucaristía?

Jesucristo instituyó la Eucaristía el Jueves Santo, «la noche en que fue entregado» (1 Co 11, 23), mientras celebraba con sus Apóstoles la Última Cena.

273. ¿Cómo instituyó la Eucaristía?

Después de reunirse con los Apóstoles en el Cenáculo, Jesús tomó en sus manos el pan, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros». Después tomó en sus manos el cáliz con el vino y les dijo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre[…]

274. ¿Qué representa la Eucaristía en la vida de la Iglesia».

La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la comunión en la vida divina y la unidad del Pueblo de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna.

275. ¿Qué nombres recibe este sacramento?
La inagotable riqueza de este sacramento se expresa con diversos nombres, que evocan sus aspectos particulares. Los más comunes son: Eucaristía, Santa Misa, Cena del Señor, Fracción del Pan, Celebración Eucarística, Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, Santo Sacrificio, Santa y Divina Liturgia, Santos Misterios, Santísimo Sacramento del Altar, Sagrada Comunión.

276. ¿Qué lugar ocupa la Eucaristía en el designio divino de salvación?
En la Antigua Alianza, la Eucaristía fue anunciada sobre todo en la cena pascual, celebrada cada año por los judíos con panes ázimos, como recuerdo de la salida apresurada y liberadora de Egipto. Jesús la anunció en sus enseñanzas y la instituyó celebrando con los Apóstoles la Última[…]
278. ¿Quién es el ministro de la celebración de la Eucaristía?
El ministro de la celebración de la Eucaristía es el sacerdote (obispo o presbítero), válidamente ordenado, que actúa en la persona de Cristo Cabeza y en nombre de la Iglesia.

279. ¿Cuáles son los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía?
Los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía son el pan de trigo y el vino de vid.

280. ¿En qué sentido la Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo?
La Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo, en el sentido de que hace presente y actual el sacrificio que Cristo ha ofrecido al Padre, una vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad. El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las mismas palabras de la institución: «Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros» y «Este cáliz es la nueva alianza en mi Sangre que se derrama por vosotros» (Lc 22, 19-20). El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio. Son idénticas la víctima y el oferente, y sólo es distinto el modo de ofrecerse[…]
282. ¿Cómo está Jesucristo presente en la Eucaristía?
Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino.

283. ¿Qué significa transubstanciación?
Transubstanciación significa la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre. Esta conversión se opera en la plegaria eucarística con la consagración, mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo. Sin embargo, permanecen inalteradas las características sensibles del pan y del vino, esto es las «especies eucarísticas».

286. ¿Qué tipo de culto se debe rendir al sacramento de la Eucaristía?

Al sacramento de la Eucaristía se le debe rendir el culto de latría, es decir, la adoración reservada a Dios, tanto durante la celebración eucarística, como fuera de ella. La Iglesia, en efecto, conserva con la máxima diligencia las Hostias consagradas, las lleva a los enfermos y a otras personas imposibilitadas de participar en la Santa Misa, las presenta a la solemne adoración de los fieles, las lleva en procesión e invita a la frecuente visita y adoración del Santísimo Sacramento, reservado en el Sagrario.


287. ¿Por qué la Eucaristía es el banquete pascual?

La Eucaristía es el banquete pascual porque Cristo, realizando sacramentalmente su Pascua, nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como comida y bebida, y nos une con Él y entre nosotros en su sacrificio.

290. ¿Cuándo se debe recibir la sagrada Comunión?
La Iglesia recomienda a los fieles que participan de la Santa Misa recibir también, con las debidas disposiciones, la sagrada Comunión, estableciendo la obligación de hacerlo al menos en Pascua.
292. ¿Cuáles son los frutos de la sagrada Comunión?
La sagrada Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo y con su Iglesia, conserva y renueva la vida de la gracia, recibida en el Bautismo y la Confirmación y nos hace crecer en el amor al prójimo. Fortaleciéndonos en la caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales para el futuro.

“«En la Eucaristía, nosotros partimos «un mismo pan que es remedio de inmortalidad, antídoto no para morir, sino para vivir en Jesucristo para siempre»» (San Ignacio de Antioquía).”