Uruguay (y II). Punta del Este…



Una de las experiencias que he tenido viajando a otros países ha sido bastante interesante. Casi siempre los habitantes propios del país ven más los defectos de su propio país que sus virtudes. Y esto, también sucede hasta en México. México y los mexicanos tienen fama de pregonar las grandezas de su país -que las tiene, y muchas- por todo el mundo. Pero cuando uno está dentro de México, se quejan por los problemas tan serios que tienen. Y así pasa con El Salvador y con Guatemala. Pues lo mismo ha pasado con Uruguay. Varias personas uruguayas que conocí recientemente tuvieron la oportunidad de leer mi primer artículo sobre su país, y les gustó mi visión de Uruguay. Tampoco quería reflejar allí un país perfecto, sin problemas, porque no los hay, y Uruguay no es el país con menos problemas, pero sí es un país con muchas cosas buenas.


Ahora los uruguayos están involucrados en un tema muy importante. Quieren llevar a referéndum una ley que recién acaban de aprobar, que es la ley del aborto. Para conseguir realizar el referéndum se necesitan firmas equivalentes a por lo menos el 25% de los empadronados para votar; como es un país con una edad promedio alta, el 25% es bastante cercano al 25% de la población total; así que están consiguiendo unas 625,000 firmas para convocar al referéndum para junio. Las encuestas dicen que el «no» a la ley está un poco por encima del «sí»; y eso que no ha habido propaganda y publicidad para apoyar el «no» a la ley. Ojalá logren conseguir las firmas, y ojalá logren ganar el referéndum para que sea el primer país que da marcha atrás en una ley tan inicua. (Dicho sea de paso, a veces dan ganas de decirles a los que apoyan estas leyes, una frase -parecida- que dijo un gran personaje de Guatemala: «lamento mucho que su madre no le haya aplicado esa ley»).

Pero en fin, confiamos en que prive la sensatez…. Como Uruguay lleva muchos años con el mismo número de habitantes, y casi no crecen en población, me decía uno irónicamente: «como crecemos tanto, hemos puesto la ley del aborto para que ya no sigamos creciendo». Esto también tiene muchas consecuencias en las empresas, porque una empresa que arranca en Uruguay, necesariamente tiene que plantearse desde el inicio, el crecer fuera de su país, porque con la población que tiene no le alcanzará para montar una empresa fuerte y grande.

Pero bueno, cambio de tema. El fin de semana que pasé en Uruguay, tuve oportunidad de visitar Punta del Este. La verdad tenía poca referencia de este lugar: quizá algo que había oído y poco más. Lo «poco más» era que hacía unos años allí había estado a punto de morir Diego Armando Maradona, en uno de sus excesos; si mal no recuerdo, un médico joven le tuvo que intervenir de urgencia en un hospital, y si no lo hubiera hecho, se hubiera quedado allí, estirando «la pata». Pues poco más que eso tenía de referencia de Punta del Este.

Pues bien, es un lugar precioso. Es la esquina -podríamos decir- entre el estuario del Río de la Plata y el Océano Atlántico: por eso se llama Punta del Este, porque es la punta de esa parte del continente. De hecho, hay dos playas, la playa mansa y la playa brava; la primera da al Río de la Plata, y la segunda al Atlántico, que obviamente tiene olas más bravas. 

La descripción la dejo para los expertos o para las fotos que se pueden ver en Internet. A mí se me hizo muy fácil compararlo con Cancún (obvio, que quizá me equivoque). Y a ojo de buen cubero, me pareció mas grande que esa ciudad mexicana. Pero con unas diferencias notables. El número de hoteles en Cancún es enrome; en Punta del Este son poquísimos y estos pequeños (hay uno grande, que casi dan ganas de encontrarle el lugar adecuado, para poner enfrente un cañón y destruirlo totalmente). Los demás edificios son de apartamentos (o departamentos); y según me dijeron, casi todos, el 90% de argentinos. 

Otra diferencia notabilísima es que Punta del Este sólo se usa dos meses al año, en el verano austral: enero y febrero (un poco antes y un poco después también, pero con menos nivel de ocupación). En estas fechas de mayo era impresionante ver los edificios (llegué de noche) y con dos o tres apartamentos encendidos. Alguien me comentó que eso podría ser igual que Progreso, la ciudad costera a la que muchos habitantes de Mérida se retiran para pasar el verano; pero preguntándole a un buen amigo de Mérida me comentó que los demás meses ellos alquilan a extranjeros -muchos europeos- las casas, así que se usan todo el año. En Punta del Este se usan poquísimo. De hecho, había muy poca gente y muchos servicios estaban limitados también. Recorrí también no sólo el boulevard que va al lado del mar, sino también en una serie de colonias con casas preciosas, y en un ambiente que para mí es desconcertante -por falta de experiencia-: una zona costera con pinos y sin cocos y palmeras, y a una temperatura de 10 grados centígrados… En fin, un lugar precioso, que lamento mucho que los argentinos y uruguayos no aprovechen también durante otras épocas del año.

Los uruguayos sorprendieron al mundo al ganar dos medallas de oro en fut en las olimpiadas en los años 20. Así que cuando Rimet decidió montar su mundial de fútbol, escogió a Uruguay como sede, ganando allí, por primera vez el título de campeón del mundo. 20 años después dieron la sorpresa al derrotar a Brasil  en el Maracaná… y siempre han sido partícipes en los mundiales de futbol… Pero también tienen muchas cosas buenas, y son personas que se dan a querer.