150,000 visitas …. y me alejo del problema…


Ayer por la noche este blog ha llegado a la cota de las 150,000 visitas. Como he puesto en otras ocasiones, me gustaría que fueran 150,000 lecturas.

Han pasado un poco más de 4 años desde el primer post en este blog. He publicado, con este, 218 post. Quizá no con la periodicidad que debería haber sido, pero ahí lo vamos llevando.

Agradezco mucho a mis lectores. Algunos, con alguna periodicidad me pregunta, ¿por qué no has publicado nada? Esos momentos en los que la inspiración se va y que luego llega el apretón del «consumidor final» y por lo cual te deja más apabullado… pero al mismo tiempo, empieza a moverse el gusanillo de la promesa incumplida, hasta que de repente, la pluma (o más bien, el teclado) empieza a quemarte los dedos por escribir, y sale uno que otro post más o menos apreciado.

Hace unos pocos años -alguno se acordará- recibí, junto con otros veinteytantos personajes, un curso de retórica. Aparte de reírme como enano en todo el curso, me quedaron muchas enseñanzas, y por lo tanto aprendizajes.

Una de las cosas que en esa ocasión nos propusimos mis compañeros de equipo y yo, fue de escribir todos los días, aunque fuera un ratito, o mejor dicho, algo corto. Ninguno pudimos cumplir ese objetivo con la periodicidad que nos sugería el profesor. (De hecho, él nos contaba que lo primero que hacía cada día era escribir unos minutos…). 

Como decía, el objetivo de escribir algo por lo menos cada día no lo cumplimos. Pero siempre queda la espinita para escribir. Así que siempre está eso clavado: tratar de poner en blanco y negro las ideas, ocurrencias o tonteras que se me ocurren. Como decía una frase que aprendí hace años: «soy don Estupendo, que les vengo a contar lo que ayer estuve leyendo». 

Creo que la mayor parte de mis post han sido provocados por lecturas, clases, estudio, libros,… Así que casi casi soy efectivamente don Estupendo.

Me sirve además escribir, para poner en claro las ideas que he estudiado o que he descubierto en algún lado.

En el curso de Análisis de Decisiones que habitualmente doy en México y en Guatemala, termino con una conferencia que se llama «El Ser Humano como Decisor».  Y la última recomendación que les doy a los participantes es una recomendación doble sobre un mismo asunto.

Les comento que cuando tengan un problema o una situación y no saben cómo entrarle, lo que les conviene es seguir uno de estos caminos:

1. Dibuje un diagrama de árbol del problema con sus posibles soluciones, sus pro, sus contras, etc. 

Al mismo tiempo pienso en aquellos a los que les cuesta presentar sus ideas en un esquema, entonces les doy la segunda sugerencia.

2. Cuando te quedés estancado en algún problema y no sepás cómo entrarle, entonces, escribilo… y sólo el hecho de traducir en palabras la «angustia» que sentís, te ayudará a empezar a solucionarlo.

De hecho, he estado calificando unas tareas especiales que les dejé a mis alumnos de la Maestría Ejecutiva en México. Y uno de ellos se expresaba más o menos así: «Ahora que he escrito la situación que me tocó vivir, no he logrado expresar todo el stress y la angustia que tenía cuando la viví».

Y así pasa. El tercer villano de la toma de decisiones es precisamente ese: la emoción a corto plazo. Y la sugerencia que se da para evitar ese villano es muy fácil: aléjate del problema. 

Escribiéndolo, uno se aleja del problema. También a veces se descubre que el tal problema no era tan grande cómo se «sentía»… o quizá la solución más adecuada a ese problema la entreví cuando lo escribía…o darle a leer a alguien el problema que escribí ayuda a recibir un buen consejo… ¡qué se yo!

Aquí lo dejo.

Nuevamente 150,000 gracias por visitarme de vez en cuando.