«Busca un reino…»

Oí una anécdota que terminó siendo lo que aglutina algo que había estado pensando-sintiendo desde hace algunos días.

La anécdota tiene que ver con Alejandro Magno y su caballo bucéfalo.

Como estoy viendo cómo le saco más jugo al chat sobre inteligencia artificial mencionado en mi anterior post, se lo «pregunté» para confirmar la anécdota.

Mi pregunta: «¿Me puedes contar cómo Alejandro Magno domó a Bucéfalo?»

Respuesta del Chat: «Alejandro Magno, el famoso rey macedonio, se dice que domó a Bucéfalo, su caballo de batalla, cuando era un joven.

La historia cuenta que Bucéfalo había sido considerado indomable por otros jinetes antes de que Alejandro lo montara.

Sin embargo, Alejandro logró calmar al caballo y domesticarlo mediante la paciencia y la bondad, en lugar de la violencia.

Se dice que Alejandro y Bucéfalo formaron una gran amistad y que el caballo lo acompaño en todas sus campañas militares.«

Reino

Quien contaba la anécdota le puso un colofón que el chat no lo incluyó.

Así que le re-pregunté sobre la frase: «¿De quién es la frase siguiente: ¡Hijo, consíguete un reino a tu tamaño, porque en Macedonia no cabes!?»

Y el chat volvió a contestar con los siguiente: «La frase «Hijo, consíguete un reino a tu tamaño, porque en Macedonia no cabes» es atribuida a Filipo II, el padre de Alejandro Magno, el rey macedonio.

Aunque no hay una certeza histórica de que Filipo II haya dicho esta frase, es una cita popular que se utiliza para ilustrar la ambición y el carácter ambicioso de Alejandro Magno.»

Específicamente el orador a quien le escuché la frase conectaba las dos anécdotas.

De hecho, atribuía a Filipo la frase después de que Alejandro domara a Bucéfalo.

58

Hace unos días estuve de «manteles largos», de «tiernito» como dicen en El Salvador.

Es decir, estuve de cumpleaños, llegando a la cantidad de 58 vueltas al sol desde que me dio a luz la bella y querida Niña Margoth.

Tengo a mi «hacedora de stickers» para poder contestar rápidamente los mensajes de Whastapp.

Aprovechando unas cuantas fotos tomadas la víspera de la celebración me hizo unos 11 stickers que fueron usados hasta casi borrarse por la utilización excesiva.

Alguno (a) más curioso (a) o que reaccionaba un poco más, era gratificado con un segundo sticker.

Los más curiosos recibían los 11 en cadena…

En el Facebook espero haber logrado agradecer con un emoticón …

Y tengo algunos mails todavía pendientes de contestar.

Gracias

Oyendo la anécdota de Alejandro y Filipo, me vino la conexión de que, a cada uno de nosotros, nuestros papás les podría decir esa frase.

No seremos conquistadores ni reyes, ni recibiremos el calificativo de «Magno».

Pero sí tenemos un reino a nuestro lado que quizá no nos hemos dado cuenta.

Y es el cariño de tantas personas.

A quien lo menos que se puede decirles es un «gracias» o «mil gracias».

Mientras contestaba los mensajes trataba de ofrecer una oración por aquella persona, como una forma más de agradecer su felicitación.

No sólo con el simpático e imaginativo sticker, sino también pidiendo por sus necesidades, intenciones y deseándoles que el Señor les bendiga.

Reino

Ese reino de amistad y cariño es un reino «infinitamente» más grande que el reino de Alejandro.

Hace años recibí ese maravilloso consejo para una fecha como la que acaba de pasar: «Disfruta, agradece y despídete«.

Reino de amigos para disfrutar y agradecer.

Y quizá no tanto para despedirse.

O sólo para despedirse con un «hasta luego».

Familia

Con 5 de los 21 sobrinos…

Hubo varias celebraciones de los 58…

Todas muy emotivas y con mucho cariño.

La última también estuvo rodeada de mucho cariño. Además de ser la más concurrida.

El sábado14 viajé a almorzar (comer) con mis hermanos y algunos sobrinos y sobrinos nietos.

Además, tuve oportunidad de saludar a mis siete hermanos.

Uno de ellos -José Roberto- no pudo asistir, por estar recuperándose de una operación de la cadera.

Pero tuve oportunidad de ir a saludar a su casa a mi roomy durante muchos años.

A los demás sí los pude ver y departir con ellos.

Especial mención tienen mis 4 hermanas, quienes son las que ponen los detalles de calidad, cuidado y un buen sabor.

Las 4 se portaron de maravilla, como lo hacen siempre.

Y la alegría de ver a los sobrinos siempre es maravillosa.

Aquí con mi «sobrinito» Luis Carlos Jr… Coincidimos en: peinado, anteojos, gordura, simpatía y muchas cosas más… además, alguien vio la foto familiar y me preguntó si Luis Carlos Jr era mi hermano… no he dejado de reírme… pues lo vi nacer cuando tenía yo 15 años…

Hermanita

Siendo el 7o hijo, sólo tuve a una persona a quien podía decirle «hermanita».

La Claudia -quien llegará al 5o piso este año- es «peligrosísima» si te descuidas.

Es mi «hacedora» de stickers y de fotos y memes a mansalva.

Además, tiene mucha facilidad para organizar lo que sea que hay que organizar.

Quienes tuvieron la oportunidad de asisitir o ver en vídeo la presentación del libro «Amada ella, Admirado él» ya la quieren contratar de wedding planner porque lo hace de maravilla.

Y como recientemente había mencionado las historias que mi mamá me contaba de Javier-Boy, me hizo todo alrededor de esta figura.

La Niña Claudia con uno de los pasteles (llegó a haber «demasiados») … con el Javier-Boy arriba.

Desde ya tenemos reservado el 27 de mayo para los 50 años… la ventaja es que ella lo organizará, así que saldrá «excelentemente». (Una semana después de la fecha oficial)

Y con la ayuda de mis demás hermanas, será una «Magna» celebración, como se merece.

Magno Agradecimiento

Ya que he hablado de Alejandro Magno, quiero terminar con un Magno Agradecimiento.

No se me ocurre nada más que agradecer de todo corazón sus mensajes de felicitación.

Mientras escribía esto me quedé «mudo» porque no encontraba qué más poner.

Decir «gracias» parece ser muy poco, aunque sea con un magno agradecimiento.

Pero no encuentro más palabras.

Quizá lo único que supera a un Magno Agradecimiento es un Dios te bendiga.