Visión 20-20 en el 2020

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El 6 de enero en muchos países es el día en el que llegan los regalos para los niños y los grandes por la celebración de la Navidad. Hay otros países en los que se celebran con regalos la Navidad y el día de Reyes; como sucede en algunas partes o en algunas familias de México, donde se dan regalos a los hijos en Navidad y en el día de Reyes.
Estas épocas del año -que ya están acabando- son de las épocas más alegres para la mayoría. También son épocas de descanso para la mayoría (y de mucho trabajo para otros).
Y por su misma naturaleza, es una época optimista. Quizá por eso uno descubre un poco más fácilmente a los que tienen mentalidad pesimista. El problema de “criticar” a los pesimistas, es que el que critica termina siendo pesimista también.
Pienso que cualquier cosa que uno quiera corregir en otras personas puede plantearse fácilmente en sentido pesimista. “Estás haciendo mal esto… fallas aquí… llegas tarde…” Quizá sea más difícil ofrecer crecimientos en sentido optimista, y seguro siempre es posible.  “Esto lo podrías hacer mejor así… si haces esto acertarás… puedes esforzarte en llegar puntual”. De este tipo de cosas hay mil memes en las redes sociales, que pueden ser útiles repasar para asimilar esas ideas.
Yo he intentado desde hace algunos meses retirar de mi vocabulario la palabra “pero”. Tengo un amigo que es “pero-ista”, porque cualquier cosa tiene un “pero”. Me da risa, porque cuando le cuentan alguna anécdota sobre algo bueno siempre encuentra la forma de colocar el “pero”. (Cuando terminé de escribir este párrafo revisé si había incluido la palabra “pero” en los párrafos anteriores, y… ¡encontré una!, que inmediatamente borré.
También en Guatemala procuro no usar el “fíjese”, que es el equivalente en México al “¿qué cree?”. Seguro que después del “fíjese” o el “¿qué cree?” viene la explicación de una dificultad o problema que hubo. El problema de estas expresiones es que están dando una excusa previa a la explicación de esta. Así que mejor capturar al toro por los cuernos sin excusarnos.
Leía en una red social que en lugar de pedir perdón por algo, había que agradecer. Y ponía el ejemplo que en lugar de decir “perdón por llegar tarde”, decir “gracias por esperarme”. Me gustó la frase. No sé si la llegaré a usar, porque tengo muy arraigada la costumbre de pedir perdón cuando me equivoco. De cualquier forma, pienso que podrían ser frases complementarias: pides perdón por tu falla y agradeces por el mérito de la paciencia de los demás. Y de todos modos, haz el propósito de llegar la siguiente ocasión con puntualidad.
Hace unos días volví a estar con Don Carlos en una de las reuniones de su empresa. Andaba un poco cansado así que no estaba con la chispa de siempre… estaba con bajas revoluciones. De todos modos, el buen ambiente empresarial de exigencia y de experiencia lleva consigo una serie de actitudes de los demás de optimismo sin miedo a las incertidumbres. Es más, las incertidumbres que se visualizan don Carlos siempre las ve con un sentido de oportunidad. Esto es algo valioso que cuesta verlo en las personas, pues se requiere mucho tiempo de trato y de tener la habilidad de descubrírselo. Y así es Don Carlos, siempre viendo las amenazas como oportunidades.
En esa última reunión soltó una frase a lo más optimista, que les dice con frecuencia a las personas que trabajan para su empresa. Le dice “estoy orgulloso de mi equipo”. Yo veo este orgullo como una alegría por el crecimiento y mejora de las personas que quizá un tiempo atrás no se vislumbraba que pudieran conseguir esas metas. Pienso que como cuando un papá o una mamá se sienten orgullosos del logro de uno de sus hijos. Es un “orgullo bueno”, un alegrarse con la alegría de los demás; alegría que da haber conseguido las metas.
A los que nos dedicamos a tratar de ayudar a otros a mejorar en algunos aspectos de su saber nos da mucha alegría conocer sus éxitos. Hace poco me dio este orgullo bueno con un chico joven que había intervenido en la creación de un proyecto pionero en un ámbito científico. Le había dado alguna clase y luego hicimos más amistad debido a que tuvimos que hablar para que lograra entender las ventajas de recibir la clase que yo le estaba dando. Cuando obtuvo el reconocimiento por su trabajo sentí el orgullo de haber colaborado, aunque sea indirectamente en esa actividad.
Bueno, pues no quería dejar de escribir unas cosas más personales ahora que ha iniciado el año. Sabemos que hay dificultades y problemas, y habrá este año. Y a veces tendremos que llorar o enfurecer (siempre que se nos quite rápido la ira) … “pero” de seguro encontraremos una manera de ver las cosas con optimismo, con esperanza de que de las cosas malas Dios saca buenas y de las muy malas Dios saca cosas muy buenas.
Tener visión 20-20 es tener “visión perfecta” … así que este año 2020 debe ser así. Tener una visión optimista y esperanzada de la vida.