Perros al toro

La bella ciudad de Morelia (Estado de Michoacán) me recibió con más realidades que las expectativas que llevaba, en mi breve visita de mayo de 2022.

Tomo de unos grabados el nombre de este post, por una razón que ya comentaré adelante.

Una desmañanada, tomar automóvil, siempre acompañado y conducido por el fiel Cutberto («el hombre más puntual del mundo» según algunos autores), logramos llegar temprano para un suculento desayuno en el «puritito» centro de la ciudad.

Morelia, llamada al inicio de su vida como «la nueva ciudad de Michoacán» y luego de pocos años, llamada Valladolid, hasta que el 1828 fue rerebautizada con el nombre actual, en honor de su hijo José María Morelos y Pavón, héroe de la independencia mexicana.

La Cicerone

No hubiera podido esperar mejor cicerone que Adriana, natural de esta tierra.

Los bellos lugares que me enseñó en la media hora que tuvimos para solaz y esparcimiento me hicieron ver los antiguos -incluso, nuevos- y bellos edificios de «cantera rosa».

Adriana me hizo notar la historia cultural de la Ciudad de Morelia, traducida en diversas celebraciones de cine, música, teatro, bibliotecas y varias cosas más.

No faltó la rápida visita a un mercadillo para la compra de clásicos y tradicionales dulces morelianos, que fueron ocasión de posterior disfrute.

Recién abandonado el centro de la ciudad, en una breve detención por un semáforo, volteé a ver a la derecha y vi una pizarra de un restaurante, que no me dejó oportunidad más que de tomarle foto.

Pizarra con la que me topé en el camino

Siendo el mes de mayo, mes en la que se celebra a las mamás, me hizo recordar a mi querida mamá, la Niña Margotita, y a todas aquellas mamás que han sido esa guía para sus hijos.

Centro Tres Marías

El camino para el Centro Cultural y de Convenciones Tres Marías nos hizo descubrir también el bello acueducto de Morelia.

Hacia ese centro cultura me dirigí luego de la rápida visita por el centro de la ciudad para atender dos sesiones con un grupo de empresarios relacionados con la cadena agroalimenticia.

El lugar queda a buena distancia del centro de la ciudad, en uno de los cerros que están alrededor de Morelia.

El Centro Cultural Tres Marías está íngrimo en una ladera.

Bueno, está solitario por de pronto, porque están finalizando una iglesia que atenderá a las colonias de la zona.

Como a veces navego por el ámbito de la ignorancia, no tenía ni idea de lo que era ese lugar.

Pero en el centro de la rotonda que está frente al edificio me topé con esta bella escultura.

No es el mejor ángulo, pero así la tomó el fotógrafo.

Luego, al entrar y voltear a la izquierda me topé con una escultura de Botero.

Realmente digo mal, porque no era una escultura, sino una «esculuturota», con el clásico estilo del artista colombiano.

Esculturón de Botero

No me entretuve en la curiosidad, sino que me fui directo a la oficina a dejar mis cosas.

Regresé y me detuve un rato a ver la escultura.

Atrás de la escultura de Botero (se puede apreciar en la foto) había un cuadro (precioso, para mí) de toros.

Por de pronto, no me entretuve allí, pero sí le tomé una foto al cuadro que enmarca este post.

A un lado de la «pequeña» estatua boteriana, vi unas puertas de cristal que impedían el paso a una biblioteca muy bonita.

Al poco tiempo me tocó ir a dar la primera de las sesiones que tenía que dar al grupo que allí se congregaba.

Antes de eso, Luis -hermano de Adriana- el director de la sede me dijo: «¿Te interesaría conocer la biblioteca y el museo?»

Mi respuesta fue inmediata: «claro que sí».

Luis me dijo que al acabar mi sesión tendría el tema resuelto, como así fue.

Terminé la sesión y después de disfrutar de un poco de azúcar para levantar las fuerzas, me llevó con el encargado de la biblioteca.

Biblioteca y Museo

Acostumbrado a que los bibliotecarios fueran personas mayores, me llamó la atención que el de allí fuera una persona joven.

Nos atendió y explicó todo con mucha ilusión.

Primero dimos una vuelta por la biblioteca.

Pues resulta que es la biblioteca taurina más grande del mundo (o bueno, eso entendí): y vaya que sí lo es.

Toda la planta baja de la biblioteca está dedicada a la fiesta taurina.

Bueno, de hecho, todo el complejo está dedicado a la fiesta taurina.

Un letrero a la entrada, citando a Garcia Lorca que dice «Los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo».

Nunca he sido aficionado a los toros, aunque tampoco soy antitaurino.

Independiente de si uno es partidario o contrario, no se puede negar que ha sido algo cultural en España y en algunos países de América Latina, entre ellos, México.

El asunto fue que logré gozar la biblioteca y descubrir algunas cosas bellas allí contenidas.

Parte de la biblioteca con algunos cuadros que todavía no se ubican adecuadamente

La biblioteca, de dos niveles, tiene en el primer nivel todo relacionado con la fiesta taurina.

En el segundo nivel tiene libros relacionados con la historia de México.

Allí nos enseñó -cuidando los libros con guantes- la primera edición de la biblia impresa en México.

No desperdicié el tiempo y le tomé una foto que aquí adjunto.

Los tomos de la biblia son los de la balda central.

También logré tomarle foto a la portada de uno de los tomos.

Primera edición de la Biblia en Méjico (como dice el tomo) de 1831.

Después de un paseillo rápido por la biblioteca pasamos al museo.

A mí los museos, me abruman, me escachan (del verbo «escachar», nuevo adquisición para mi léxico).

Es tanta información, tanta belleza, tanto detalle, que me termina saturando…

Es lo malo de querer memorizar todo, abarcar todo, sin tener memoria eidética.

Si a eso añadimos las multitudes, los museos me escachan enormemente.

En esta ocasión, estaba ante la perspectiva de recorrer un museo «pequeño» acompañado de Cutberto y nuestro guía.

Así que el «abrumamiento» no iba a ser mucho.

Empezamos viendo unos pequeños cuadros -todos taurinos-, y nuestro guía nos fue dando algunos detalles.

Esto confirmó más la «pequeñez» del museo.

Hasta que en un movimiento logré ver más salas en el museo y le dije: «oye, esto es enorme».

Y mi guía, con sencillez me dijo: «sí, eso le iba a preguntar. Porque la visita completa dura unas tres horas».

Allí cambió el panorama y le comenté «veámoslo todo, pero rapidito».

No tengo mucho conocimiento de arte, pero sí conozco a algunos pintores.

Entre estos artistas me encontré en este museo con tres muy conocidos y realmente grandes: Goya, Dalí y Picasso.

De Goya tienen unos grabados -taurinos, recalco- preciosos.

Del artista Dalí tienen unos cuantos cuadros taurinos, muy simpáticos.

De Picasso tienen principalmente unas cerámicas, de su época dedicada a estos menesteres.

Como nunca me han gustado las pinturas de Picasso, tampoco tenía idea de que se había dedicado a la cerámica.

Según parece fue ya siendo mayor que empezó a hacerlo.

En el link de tres renglones atrás hay una página en la que se puede ver un poco este tema.

Había muchos otros cuadros de autores famosos, pero desconocidos por mi ignorancia y que tampoco pude apreciar detalladamente, logrando así evitar un escanche cultural, pictórico y taurino.

Visita Morelia

Visitar y conocer Morelia, vale la pena, es una bella ciudad.

Conocer el Centro Cultural Tres Marías, vale doblemente la pena.

Uno de los muchos cuadros que hay en el museo. Según me dijo un lector de este post (mi querido colega el Doctor Quiroga, «qué ocurrente»), este cuadro, como el que encabeza estas páginas es de Carlos Ruano Llopis…

Y además, el grupo de participantes del programa que allí da el IPADE son muy buenos empresarios.

PS1. Todas las fotos de este post fueron tomadas por el autor del mismo. Dicho autor tiene la fama de tomar muy malas fotos, cosa que se evidencia en las que aquí muestro.

Lo que sí puedo afirmar con rotunidad es que no tienen filtro. Creo que no tienen filtro, porque no sé ponerle filtro a mi celular para tomar fotos. Sería el colmo que presentara aquí fotos feas y además con filtro…

PS2 Se me olvidó comentar, dentro del texto del por qué el título de este post. Y es que la coleccion de grabados de Goya que tienen en el museo se llaman de esa manera: Perros al toro.

PS3 Mi querido colega y amigo Antonio Casanueva Fernández es un amante, conocedor y autor de artículos, post, youtuber y un libro sobre la fiesta taurina.

PS4 Mi querido colega y amigo Agustín Llamas Mendoza (QEPD) también era amante y acérrimo defensor de la fiesta taurina. Cuando me empezó a explicar esta suerte, me metía mucho con él, haciéndole preguntas que le hacían enfadar -en buen plan-, sabiendo que él sabía que le estaba haciendo esas preguntas a propósito para animarlo a discutir, ámbito en el que era experto (en la discusión).