RSE

Recién publicado uno de los post sobre el Claustro, un gran amigo y tocayo me escribió más o menos lo siguiente:

«El asunto de la Responsabilidad Social Empresarial me parece un poco injusta, ya que todo el mundo quiere que las empresas y los empresarios hagan cada vez más y más por la gente; y, exactamente la misma responsabilidad tenemos todos los ciudadanos.

Pero en nuestro país, y en muchas partes del mundo, se criminaliza al que produce y se premia al que no produce nada y vive como parásito de los altísimos impuestos que pagan los que sí producen. Un abrazo»

Quizá le toqué un hot cognition.

Cuando recibo algún comentario de este tipo, me da mucho gusto y lo agradezco.

Luego, también me hace pensar y ver las ideas desde otro punto de vista.

Le aclaré a mi tocayo que el tema de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no es un tema fácil de evaluar.

Y espero que, con este post, mi querido Javier, logre explicar más adecuadamente estas ideas, mientras espero el artículo que Anacris me aceptó publicar aquí.

Obvio no soy experto en RSE ni mucho menos.

Sencillamente pasaré por este post mis ideas, reflexiones y pondré algunos ejemplos que he vivido.

Por supuesto que la RSE no es sustituir a quien debe hacer las cosas.

Pero como bien dice mi amigo Javier, en muchos países del mundo los gobiernos no llegan, ni al mínimo esperado en su función de facilitar el bien común.

También pienso que la RSE tiene un arco de movimiento enorme.

Por ejemplo, un empresario, una empresa, un emprendedor, con el hecho de dar trabajo, aunque sea a una persona, está empezando a participar en esa responsabilidad.

Quizá esto sería el punto más elemental de la RSE.

También otra forma de aplicar la RSE sería dar un amplio giro de visión a 360 grados, para dejar de ver sólo a los accionistas, para ver a todos los stakeholders.

La responsabilidad de la empresa no termina con hacer las cosas bien y pagar los “altísimos impuestos” que dice mi tocayo y amigo.

Hace unos años, el Papa Francisco se reunió con un grupo de empresarios de varias partes del mundo. Y les comentó más o menos lo siguiente: “Ya resolvieron lo económico… ¿ahora qué?”

No podemos pensar sólo en los accionistas, sino dar esa vuelta a todos los involucrados (stakeholders), y más allá: los lugares cercanos a la empresa, y a todo el país.

Pienso en Guatemala, que tiene una gran oportunidad de alfabetizar a mucha de su población que no ha tenido la oportunidad de aprender a leer y a escribir.

Ejemplo de Pepe

Pepe Medina Mora, en la conferencia que nos daba sobre el sindicato empresarial que dirige (Coparmex) en México, decía que cuando el Papa les dijo esa frase, se preguntó qué podía hacer en su propia empresa con sus empleados.

Descubrió, ¡oh sorpresa!, que tenía a varios empleados analfabetos.

Pues montaron un plan para enseñarles a leer y a escribir a estos empleados.

Luego pasaron a buscar quiénes no habían terminado el bachillerato (la preparatoria).

 También se sorprendió pues había unas 20 personas que no habían terminado estos estudios.

Así que consiguieron que se pusieran a estudiar… contaba, muy emocionado que cuando muchos de ellos habían terminado, reunieron a todo el personal y les dieron un aplauso que les erizó los vellos a todos…

Otros ejemplos

José Roberto, a quien tanto quiero, ha apoyado con bancas para la escuela cercana a su empresa.

También ha regalado de los productos que él fabrica/produce a las personas más necesitadas.

Claudia, -en la Ciudad de México- lideró la búsqueda de recursos para entregar a empleados de su empresa que se habían quedado sin ingreso extra por la pandemia (se redondeaban sus ingresos) … entregó varios cientos de bolsas de comida para estos empleados y sus familias. Mariana hizo lo mismo en Guadalajara.

Enrique contribuyó fuertemente en el pago de la Universidad al hijo de uno de sus empleados. A este empleado lo mandó a capacitarse para que obtuviera un técnico que le facilitara mejorar su trabajo.

Alvaro administra una actividad económica donde las comunidades cercanas son sumamente pobres.

Les da trabajo a unos cuantos -pongamos 10 personas-.

Ese dinero que les ingresa les sirve para vivir.

Pasan tantas dificultades y tienen entre ellos tanta solidaridad, que han negociado con Alvaro que los 10 muchachos trabajarán una semana, y la siguiente semana lo harán otros 10, para que ellos también tengan posibilidad de tener unos ingresos extras.

Muchos de los amables lectores de este blog, dan donativos a instituciones de beneficencia que apoyan diversas y buenas causas.

Llegar a donde otros no lo hacen

No sé si estos ejemplos son RSE o no… pero que contribuyen a hacer un mejor país, en el círculo de influencia que tenemos, es claro que así es.

Llegar a donde otros no llegan, aunque deberían llegar.

Cuando uno lee las grandes fortunas de los multimillonarios debe tener claro -en primero lugar- que ese dinero no lo tienen en efectivo.

Muchos de estos hombres han constituido fundaciones para apoyar a gente en todo el mundo y se han propuesto donar la mayor parte de su fortuna para buenas causas antes que heredar a sus hijos que “sólo” se quedarán con unos cuantos millones.

Interesante la noticia de MacKenzie Scott la exesposa de Mr. Amazon (Jeff Bezos) que ha constituido una fundación que apoya a fundaciones en todo el mundo.

Conozco unas fundaciones en Europa que apoyan a fundaciones en diversas partes del mundo, haciendo mucho bien.

Tocayo, por eso es tan doloroso y fomenta el enojo y la cólera, cuando algunas personas constituidas en autoridad -por elección popular- se dedican a “sacar el vientre de mal año” en lugar de preocuparse por la responsabilidad que tienen.

He ido de arriba abajo, de la Zeca a la Meca, tratando de poner ejemplos concretos y sencillos que considero que son parte de la RSE.

Quizá son ejemplos para empresas pequeñas.

Imagínate lo que pueden hacer las empresas grandes… tienen una capacidad enorme de hacer muchísimo bien.

Responsabilidad-Responsable

Reflexionando en el nombre de la RSE, me parece que la palabra “Responsabilidad” no tiene la connotación habitual

Responsable es aquella persona o institución que está obligado a hacer algo.

También responsable es aquel que pone cuidado y atención a lo que hace o decide.

Ordinariamente una empresa -y sus directivos- son responsables de cumplir las obligaciones que pone la ley.

La RSE creo que no es una obligación per se, sino que es un plus a esas obligaciones.

No existe una responsabilidad obligatoria (si se me permite la expresión tautológica) sino una responsabilidad moral de hacer las cosas con cuidado y atención.

Y aquí entra una idea que leí hace años.

Parafraseando a un gran hombre, me atrevería a decir que “la justicia a secas no resuelve los problemas; la generosidad sí los puede resolver”.

Tocayo, hay mucha tela que cortar. Espero seguir con algún post más por lo menos.