El “Premio” de Sísifo

Nunca me han interesado las mitologías, incluyendo las griegas.

Siempre me han parecido demasiado “trágicas”, quizá.

Hasta hace algunos años, de hecho, conocía muy poco de ella.

Debido a la lectura de unas novelas –Percy Jackson – me introduje en la mitología griega.

Me resultaron unos libros muy simpáticos, y una buena forma de introducirme en esa mitología.

Eso sí, cuando llegó a la mitología romana, me di por vencido y finalicé con esas lecturas.

Eso sí, después de haber daño un pequeño baño en esa mitología: casi como el baño de Aquiles.

Sísifo

En esta semana he tenido algunos recuerdos a esta mitología…

Y recordé la famosa tragedia del trabajo de Sísifo, o el castigo de Sísifo.

Sísifo tenía que subir una piedra pesada a la cumbre de una montaña y, cuando estaba a punto de dejarla arriba, la piedra caía; y Sísifo tenía que bajar para volver a empezar una y otra vez.

Una tragedia sin fin.

Bienvenida y despedida

Actualmente, se dice que una persona tiene un castigo de Sísifo cuando se refiere a: “un trabajo duro que debe hacerse una y otra vez» 

Una visión negativa de la ocupación a la que me dedico -ser un “jumilde” profesor, como me gusta decir-, nos llevaría a pensar en el pobre Sísifo, castigado eternamente a hacer una labor inútil: subir para no llegar a la cumbre.

Ciertamente los profesores recibimos cada año a muchos alumnos-participantes; y luego, después de un tiempo, despedimos a esos mismos personajes.

Pero en ese ciclo de bienvenida-despedida ocurren muchos cambios.

Los que llegaron no son los mismos que se fueron.

Bueno, esa es nuestra meta: que quien salga de las aulas del IPADE salga distinto de cómo llegó.

A veces no lo logramos, y podría decirse de alguno que “pasó por el IPADE, pero el IPADE no pasó por él”.

Eso sí, en casi todos el IPADE ha pasado por ellos.

Los profesores que estuvimos en la graduación del grupo C el martes 19 de septiembre… el pelón de abajo a la derecha es el autor de estos textos

Medex 2021-23

Esta semana -y hace algunos meses también- hemos despedido a los participantes de la Maestría en Dirección de Empresas para Ejecutivos con Experiencia Generación 2021-23 (Medex).

A este programa le tengo especial cariño, por haber sido la Maestría que cursé hace casi 25 años.

Además, casi toda mi actividad académica se desarrolla en este ámbito.

Si a eso añadimos que entre los últimos dos grupos tenía sendos equipos de preceptuados, pues resulta que mi relación con estas generaciones era muy especial.

Lamentablemente no podré asistir a las graduaciones en los respectivos grupos de Guadalajara y Monterrey.

Imposición del Birrete que lo acredita de Máster, previos instantes a la entrega de su diploma respectivo

El Premio de Sísifo

Hace dos años recibimos a estos participantes. Ahora se están despidiendo.

Es un trabajo que debe hacerse año con año: de tratar de ayudar a formar a los ejecutivos, emprendedores, empresarios que inician… para llegar a la cumbre.

Aunque podría parecer un castigo -como el de Sísifo- no es para nada un castigo.

Todo lo contrario.

Siempre es un gusto recibir a los participantes y más gusto “terminar” con ellos.

Saber que has dejado algo -aunque sea algo pequeño- da cierto “gustirritín” y alegría.

Es el Premio de Sísifo: cuando estamos a punto de llegar a la cumbre, la piedra -y la persona- llega a la cumbre…

Luego habrá que bajar, para volver a subir… Un gran premio.

Hay tristeza por perder el contacto frecuente con unas personas; pero hay alegría sabiendo que has tratado de ayudar a mejorar a esas personas.

Lo que los participantes no saben -y aquí lo digo sottovoce– quien más gozamos y aprendemos en este proceso somos los mismos profesores.

Empieza cuando se termina.

Fue repetido en las últimas dos graduaciones -de esta semana- la expresión: «El IPADE empieza cuando se termina».

Que es una frase bonita, pero creo que incompleta.

Me encontré una frase en una revista que más o menos decía así: «Este público disfruta del viaje como del destino».

Los meses de maestría son el viaje… el destino es el final de la maestría..  donde a fin de cuentas inicia un nuevo viaje.

Como profesor gozamos el viaje, acompañamos en el viaje a nuestros participantes.

También los acompañamos en el destino.

Valeria mientras daba el discurso en nombre de sus compañeros

Meta de la excelencia

El Fundador del IPADE (Carlos Llano) siempre es citado en cualquier actividad de esta naturaleza.

Y hay una frase, de esas geniales, que no sólo hace resaltar a Llano, sino que es una lección de valentía y magnanimidad -virtudes que a veces nos falta para decidir y actuar-.

Valeria, la presidente del Grupo C de Ciudad de México, la citó, lo mismo que José, el director del Medex.

La frase es: “Vale más ponerse la meta de la excelencia y no lograrla, que la de la mediocridad y conseguirla».

Para personas que estaban terminando una Maestría de casi dos años de duración, la frase aplicaba bien.

Pero por preservar el status quo nos podemos quedar en donde estábamos y no nos pondríamos metas más grandes.

Dejo esto aquí, porque se sale del tema de ahora.

José, el Director del Medex, mientras daba su discurso. Atrás las banderas de los países que tenían algún participante graduado

Valeria y Cecilia

Como mencionaba antes, estos dos grupos nombraron, como sus representantes, a dos mujeres.

Es muy agradable ver que cada año va en aumento el número de mujeres ejecutivas, directoras, emprendedoras, empresarias.

A Cecilia la había conocido indirectamente a través de su hermana, quien cursó la maestría de tiempo completo (MEDE) hace más de 10 años.

De hecho, Cecilia en su discurso contó la historia de su hermana estudiando el MEDE, que le llevó a “odiar” al IPADE. Años después ese “odio” se transformó en ser la presidente de su generación de Maestría en el mismo IPADE.

Tuve el gusto de ser preceptor del equipo donde estaba Cecilia.

Valeria, oriunda de las çálidas y queridas tierras regiomontanas dio un discurso centrado en la frase de Llano antes citada.

A ambas, muchas gracias por sus discursos.

A ambas, les agradeceré transmitan a sus compañeros -bien y dignamente representadas por ustedes- les hagan llegar mis felicitaciones.

Y, como dicen los jefes: “el IPADE siempre está abierto para ustedes”.

La presidente Cecilia con su diploma de Máster en Dirección de Empresas

PS: las fotos se las debo a mi buen amigo y artista de primera, Gerardo Cruz