Admirado él…

El trato social a veces nos puede parecer limitado, cuando en realidad es enorme. Una persona tiene miles de relaciones con otras personas: desde las muy conocidos y amados (familiares y amigos) hasta las relaciones en el trabajo con los empleados (o con su actual eufemismo, “colaboradores”), con los proveedores, con los clientes. Y luego miles de relaciones de cualquier estilo: de la gente que nos topamos en el transporte (avión, autobús, tranvía, etc.); o las personas que nos venden un hotdog en un lugar específico; las personas con las que coincidimos en Misa; … y miles de otros lugares.

Así que la vida de una persona está enriquecida -a veces empobrecida- por estos contactos infinitos con una persona.

Y las personas que han hecho cosas grandes -casi siempre, empezando desde lo pequeño-, tienen una trascendencia que puede superar los años, décadas, o centurias.

Hace poco un buen amigo, reciente amigo, me contaba la historia de un antepasado que tuvo mucha influencia en el Virreinato de la Nueva España, llegando a ser uno de los hombres más ricos de América. Aquel buen hombre, por demás, muy generoso y agradecido, ha sido siempre recordado, a lo largo de más de 300 años, en el pueblo de dónde proviene su estatuto noble. Y en pleno siglo XXI agradecían a su sucesor en el puesto, el empeño de su antepasado.

Foto de la recepción de Ricorp

Sólo 15 años

La anécdota anterior la contrapongo con una más reciente, de hace sólo 15 años, más o menos.

De un hombre visionario, empeñoso, adelantado a sus tiempos en su tierra, batallador, generoso, que siempre pensó en los demás antes de pensar en sí…

Y me refiero a Don Rolando Duarte Fuentes, mi papá.

Cuando preparábamos la edición del libro homenaje a mis papás -la Niña Margoth y Don Rolando-, al leer los testimonios escritos sobre Don Rolando, la impresión que quedaba es que era un hombre admirado. De hecho, el título del libro es “Amada ella, admirado él”, precisamente haciendo hincapié en la admiración que don Rolando despertaba.

Y quizá el evento realizado en San Salvador el 7 de diciembre de 2023 de alguna manera refleja esa admiración y agradecimiento hacia sus ideas, después de 15 años del evento que festejamos.

En 2008, el 7 de diciembre, se constituía una empresa llamada Ricorp , que pretendía ser un Banco de Inversión.

Si haces conexión con las fechas, no podría haber una peor fecha para iniciar un nuevo negocio de ese estilo, pues estaba por terminar de moverse hacia abajo toda la economía con la crisis del “ladrillo” como se le llamó a la crisis de 2008-09…

Pero don Rolando tenía la idea de que una empresa así era necesaria en el Pulgarcito de América, como se ha llamado a El Salvador desde hace muchas décadas.

Veía la necesidad y la oportunidad. No sólo porque era el momento para poner una empresa así, sino porque él veía cómo su vida se le estaba yendo a grandes pasos y urgía los planes para que aquello fuera una realidad.

En silla de ruedas logró don Rolando firmar la fundación de la sociedad de marras aquel diciembre de hace 15 años, después de haber invitado -públicamente- a todos los accionistas de la Bolsa de Valores de El Salvador a que invirtieran en esta sociedad.

Muchos de estos hombres confiaron en la idea y aportaron el capital para fundar la empresa. No se pudo conseguir la meta de capital originario, pero sí se pudo constituir con una buena parte del capital previsto.

Además, con una Junta Directiva como no he visto en otros lados: con una experiencia enorme, una formación ética como ninguna, con una gran capacidad profesional, con un empeño y dedicación sin igual. Algunos nos hemos colado, por no decir que “alguno” me he colado…

Momento de la develación del reconocimiento para don Rolando Duarte Fuentes

Digresión a recuerdos personales.

Mientras revisaba este escrito antes de su publicación, recordé cuando mi papá me llamó por teléfono por aquellos días. Me dijo que habían fundado una empresa y que le gustaría que estuviera en la Junta Directiva.

Como era su costumbre, no me explicó mucho, pero acepté. Las reuniones eran un jueves al mes en San Salvador a las 7.30 am. Viviendo yo en Guatemala, tenía que salir de mi casa a las 4.30 am para llegar raspadamente a la hora de la sesión.

La primera vez que llegué sólo conocía a tres personas: a mi hermano Rolando -el presidente- y a Javier y Migue, hermanos entre ellos, con quienes había coincidido en el colegio.

Los demás directores me eran desconocidos y además, me parecían de una edad provecta.

Eso sí, al irlos conociendo, fui viendo que eran de una gran calidad como dije arriba. Había que aprender rápido.

Ese viaje mensual a San Salvador me servía también para pasar a almorzar con la Niña Margoth -Don Rolando ya se había adelantado- y gozar un rato de su preciosa compañía.

Poco a poco fui mejorando la forma de llegar a las reuniones, para evitar salir tan temprano.

Las últimas juntas previas a la pandemia lograba pasar un buen rato «trabajando» en la playa, antes de madrugar el jueves para recorrer los últimos 100 km desde Miramar hasta el lugar de las reuniones.

El Vicepresidente de Ricorp, Don Manuel Roberto Vieytez mientras leía las cariñosas palabras en honor de Don Rolando. A su izquierda mi hermanos Rolando.

Regreso al presente (cierre de la digresión)

Mi hermano mayor, Rolan, recibió el pedido de mi papá de hacerse cargo de la empresa.

Después de un tira y afloja, al final aceptó el deseo de Don Rolando de que le metiera mucha ilusión para sacar adelante su última “locura” empresarial.

El día de la celebración se lo decía Rolan a Don Rolando, “papá, lo hemos logrado”, sabiendo que estos 15 años son pocos para una empresa que tendrá muchos años más por delante.

El acto fue muy sencillo: además de los cónyuges de los directores y de otras personas relacionadas con la empresa, estábamos 4 de los 8 hijos de Don Rolando y la Niña Margoth, acompañados de tres cónyuges, tres nietos y dos bisnietos de este matrimonio.

En la sala de juntas nos contaron un poco la historia de la empresa -para aquellos que no la conocían mucho-.  Y luego, vino el discurso del vicepresidente de la junta directiva. Lo adjunto al final de este texto.

El vicepresidente, don Manuel Roberto Vieytez fue muy amigo de mi papá y, como coincidieron en los Rotarios, se trataban de tú, a pesar de la diferencia de edad de casi 30 años.

En cuanto empezó el discurso, se notó -«luego luego», dirían en México- el enorme cariño para con mi papá. Ya lo leerás abajo.

Después de la develación de la placa conmemorativa, tuvimos un agasajo donde pudimos departir más.

El Pollo (nombre cariñoso como se conoce a Don Manuel… que espero me perdone que lo mencione aquí así), nos contó varias anécdotas del cariño que mi papá le manifestó en muchas ocasiones, cómo lo acompañó en momentos de grandes dificultades… él lo veía como un papá que le daba consejos y le ayudaba.

Antes de terminar quiero agradecer también a todos los personeros de Ricorp por este homenaje a Don Rolando…

Rolando, Paty, Claudia, mi cuñados Mario y René, y «yo» durante el agasajo

Palabras de Don Manuel Roberto Vieytez en homenaje a Don Rolando Duarte Fuentes el jueves 7 de diciembre de 2023 en el décimo quinto aniversario de la fundación de Ricorp en El Salvador.

Distinguidos invitados, familiares y amigos:

Hoy nos reunimos en este lugar para rendir un merecido homenaje y reconocimiento póstumo a un hombre que dejó una huella imborrable en el mercado bursátil de El Salvador y en la fundación de Ricorp. Nos referimos a Rolando Duarte Fuentes.

Rolando Duarte Fuentes fue un empresario visionario que supo cómo aprovechar las oportunidades en el mercado bursátil para llevar a cabo proyectos de gran envergadura.

Desde sus primeros pasos en este fascinante mundo, quedó claro que Rolando tenía una pasión y un talento innatos para comprender el funcionamiento de los mercados financieros y construir estrategias sólidas.

Su valiosa contribución a la fundación de la empresa Ricorp, marcó un hito en la historia empresarial del país.

Pero más allá de sus logros profesionales, recordamos a Rolando Duarte Fuentes como un ser humano excepcional. Su carisma, amabilidad y generosidad siempre estaban presentes en cada una de sus acciones. Era un hombre de palabra, comprometido con el bienestar de su equipo de trabajo y siempre dispuesto a ayudar a los demás.

Rolando Duarte Fuentes, fue una figura destacada en la historia de los Boys Scouts, asimismo dejó una huella imborrable como Gobernador Rotario de Centroamérica. Su dedicación a Rotary no solo fue un trabajo altruista, sino una expresión palpable de su pasión arraigada en la sangre.

En el basketball, tuvo el honor de representar a su nación como miembro seleccionado nacional. Su destreza en la cancha no se limitó al basketball, ya que también dejó una marca en el ámbito del volleyball.

El 20 de julio de 2006 fue nombrado hijo meritísimo por la Asamblea Legislativa de El Salvador en reconocimiento a sus actuaciones, obras y servicios relevantes, prestados a la Patria.

Rolando infundió todos sus principios en las empresas que fundó, destacando su dedicación y ética profesional. No obstante, su legado más preciado lo compartió con sus hijos, transmitiéndoles no solo conocimientos empresariales, sino también los valores fundamentales que han guiado su vida y han sido la piedra angular de su éxito.

Rolando fue más que un gran amigo; se entregaba de todo corazón en cada momento compartido. Personalmente, soy testigo de su generosidad, ya que me brindó ayuda en innumerables ocasiones, tantas que sería imposible enumerarlas todas. Su apoyo desinteresado ha dejado una marca profunda en mi vida.

Hoy, en esta ceremonia, queremos hacer un reconocimiento a su gran legado y recordar las grandes lecciones que nos dejó. La pasión y dedicación que Rolando demostró en su trabajo, su integridad como hombre de negocios y su impacto positivo en la comunidad, son ejemplos que deben inspirarnos a seguir adelante y a perseguir nuestros sueños con determinación.

En memoria de Rolando Duarte Fuentes, continuaremos trabajando para llevar adelante sus ideales y su visión. Su ardiente pasión por el mercado bursátil y su inquebrantable compromiso con el desarrollo económico de El Salvador, seguirán sirviendo como un referente para todos aquellos que compartimos sus valores.