Juventud, divino tesoro

«Juventud, divino tesoro, te fuiste para no volver«, dice una de las frases del gran Rubén Darío.

Hace unos días celebramos los 40 años de graduación de bachilleres del Liceo Salvadoreño.

Hubo varias actividades en tres días consecutivos.  Misa un día, partido de fútbol, develación de una placa, cena y un viaje al mar.

Pude tomar avión desde México a Guatemala y desde ahí manejar hasta San Salvador para llegar a la cena del sábado 29 de octubre de este año 2022.

Casi siempre estas celebraciones anuales me coinciden con mucha carga académica y me ha resultado difícil asistir. 

De hecho, solo he logrado estar para los 25 años y uno que otro más, además de esta magna celebración de los 40 años.

Recuerdos

Se me han venido a la cabeza grandes y múltiples recuerdos.

Volver a ver a personas que tenia 40 o más años de no ver, ha sido una gran alegría y un escarbar en mi subconsciente, donde quizá habían ido a parar algunos recuerdos.

El 16 de octubre de 1982 estuvimos todos juntos por última vez.

Luego los caminos nos separaron.

Como los he visto poco en estos 40 años, siempre los pienso -y veo interiormente- como cuando tenían 17-18 años, que fue la última vez que los vi.

Mi querido Juan Carlos, con quien departí buena parte de la noche, fue mi cicerone en este viaje a través del tiempo, de esos 40 años de distancia.

Después de un saludo cariñoso, la pregunta a Juan Carlos era: «¿Y esté quien es vos?» Y su respuesta venía acompañada de varios recuerdos del personajes.

O bien, quizá ni siquiera el nombre me decía nada.

Así que al día siguiente, por la buena obra del día de mi querido Mauricio, quien me envió el Anuario digital de la promoción, pude hacerme bien de la idea de mis compañeros desconocidos.

También, hace unos días otro gran compañero, el número 1 en el listado abajo mostrado, me envió precisamente una digitalización de la invitación a la graduación.

Cada vida

Cada vida es un mundo de deseos, metas, alegrías, sinsabores, dolores, sufrimientos,  éxitos, fracasos, emociones… vida que va dejando una historia, que va tocando otras vidas a las que has dejado marcadas de una u otra manera.

Los 138 bachilleres que envió a la sociedad el Liceo Salvadoreño ese año 1982, tomamos caminos muy distintos.

Era una época convulsa en El Salvador, con los inicios de la guerra civil que marcó grandemente a ese queridísimo país.

Algunos de nuestros compañeros se dedicaron a defender del país por las armas.

Otros se han dedicado a la política.

Alguno a los espectáculos públicos.

Otros, han trabajado en empresas con más o menos éxito.

Bastantes se han dedicado a la salud .

Y en estos y otros ámbitos, ha habido personas de éxito económico o profesional.

A más de algúno, sus esfuerzos les han resultado infructuosos o con poco éxito.

Ya estamos llegando a los 60 años de edad; algunos ajustarán esa notable edad el próximo año. Otros esperaremos un par de años más.

Me imagino que pasa a todas las personas, seguimos pensando en que somos muchachos de 20 años todavía.

La misa ya no se pudo hacer en el Colegio por restricciones de horario, así que se celebró en Galerías Simán de la Colonia Escalón, a 50 metros de donde fue la casa de mi familia desde 1953 hasta 2004.

Juventud, divino tesoro…

Y creo que es bueno pensar en que seguimos siendo jóvenes.

En otros, como plantearse jugar fútbol a los casi 60 años roza en la temeridad… pero bueno.

Los viejos ya no tienen ilusiones ni metas que ponerse.

Seguir pensando que tenemos 20 años nos facilita poner en juego esa búsqueda de la mejora, progresando siempre.

Ponernos metas, objetivos a conseguir, gozar con lo que nos va pasando, con las achaques y dolores, gozar las alegrías que nos dan los nuevos miembros de la familia…

A algunos les tocará tratar de asimilar que las malas decisiones que tomaron en su momento, fueron eso: una mala decisión, y habrá que vivir con ellas y sus consecuencias, pensando en que en su momento vimos como lo mejor eso.

La juventud ya ha pasado. Ya somos hombres maduros. La vida siempre nos traerá dificultades, enfermedad, dolor… pero en medio de todo eso, podemos encontrar la alegría.

En el Liceo Salvadoreño nos enseñaron los Hermanos Maristas a esperar la alegría aquí y luego en el Cielo.

Algunos de los aventureros que a los casi 60 años, se animaron a jugar un partido de fútbol. El más emocionado era mi querido Stanley Manuel, vestido de morado de arriba a abajo a la izquierda… un gran portero, a quien tuve el honor de cubrir las espaldas cuando jugábamos hace 42 años en esa misma cancha que en esta foto se presenta… Atrás se ve el Picacho del Volcán de San Salvador.

En la otra casa

De hecho, ya hay varios que nos están esperando en esa casa del Cielo.

Este año 2022 se nos han adelantado dos.

De los que han fallecido, tengo especial recuerdo de tres, que fueron más cercanos: el Cheche, Miguel Angel y Ángelo. Con frecuencia los recuerdo en mis oraciones.

Foráneos

Algunos de mis compañeros siguen siendo «casi» iguales a las fotos de bachilleres de hace 40 años.

Uno de los que «casi» está igualito es Herberth, quien vive en USA desde hace muchos años.

Él me contó que han calculado que hay unos 25 de nuestros compañeros viviendo en USA.

Ellos tuvieron la celebración a mediados de año en Orlando. Lo pasaron magníficamente bien.

Extrañamos mucho a nuestro presidente promoción, Javier, quien, razones ajenas a su voluntad lo tienen fuera de las fronteras de El Salvador. Paquito le escribió un breve mensaje que adjunto más abajo.

Hay muchos compañeros que están fuera de El Salvador, sin vivir en USA: Miguel Angel, Juan Miguel, yo mismo, etc.

También extrañé a Charlie, a Nico, a mi primo el Chato, a Donato (quien lo tengo perdido desde hace 40 años), a Juan Enrique, al Chengue, Tono, Juan Carlos, Carlos, Fabricio, Pedro José, …

Como no recordar aquí a nuestro muy queridos profesores: don Amilcar Guevara (el Bachiller) y a don Mario Umaña, de quienes aprendimos tanto. A Ramiro Puente (el Bachillerazo), a Norman (QEPD), al Chino Romero, al Rafael Cruz (El Chilindrino) y a otros más, incluyendo a los Hermanos Maristas Néstor Machuca, Ricardo Herrero, Eustasio Mártinez y José Antonio López (Chepe Bala); éstos dos últimos también nos dejaron este año 2022 para que los alcancemos en la otra morada.

No me queda más que felicitar a todos y a desearles muchos éxitos en los años por venir.

¡El León puede ser abatido pero nunca vencido! ¡Viva el León! Jodido

Dejo unas cuantas fotos que logré conseguir de estos días.

Si alguno tiene más fotos que quiera que suba aquí, con gusto me las manda a mi mail jduarte@ipade.mx

Foto con la que aparezco en el anuario… no copié el nombre, porque me lo pusieron mal… no te echo la culpa Chulón
Con mi Cicerone Juan Carlos… pensar que ambos jugamos BKB en el mismo equipo hace más de 46 años, cuando éramos unos atléticos niños…

El autor de estas palabras, Miguel Contreras, Luis Medina, Guayo Wollants y Jorge Menéndez
Los que se animaron a ir al mar el domingo después del desvelo de la cena del sábado.

Juventud, divino tesoro

(Escrito por el gran Rubén Darío)

Juventud, divino tesoro,¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloroy a veces lloro sin querer

Plural ha sido la celestehistoria de mi corazón.

Era una dulce niña,en este mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura; sonreía como una flor.

Era su cabellera obscura hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño. Ella, naturalmente, fue,para mi amor hecho de armiño, Herodías y Salomé…

Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro…y a veces lloro sin querer…

Y más consoladora y más halagadora y expresiva, la otra fue más sensitivacual no pensé encontrar jamás.

Pues a su continua ternura una pasión violenta unía.

En un peplo de gasa purauna bacante se envolvía…

En sus brazos tomó mi ensueño y lo arrulló como a un bebé…

Y te mató, triste y pequeño, falto de luz, falto de fe…

Juventud, divino tesoro, ¡te fuiste para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro…y a veces lloro sin querer…

Otra juzgó que era mi boca el estuche de su pasión; y que me roería, loca, con sus dientes el corazón.

Poniendo en un amor de exceso la mira de su voluntad, mientras eran abrazo y beso síntesis de la eternidad;

y de nuestra carne ligera imaginar siempre un Edén, sin pensar que la Primavera y la carne acaban también…

Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro…y a veces lloro sin querer.

¡Y las demás! En tantos climas, en tantas tierras siempre son, si no pretextos de mis rimas fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesaque estaba triste de esperar. La vida es dura. Amarga y pesa. ¡Ya no hay princesa que cantar!

Mas a pesar del tiempo terco, mi sed de amor no tiene fin; con el cabello gris, me acerco a los rosales del jardín…

Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro…y a veces lloro sin querer… ¡Mas es mía el Alba de oro!

Palabras de Paco Reyes

Me disculpás Paquito, pero le hice unos retoques a tu texto.

Asi mismo, vamos a recordar a nuestro líder y Presidente del consejo estudiantil del 82; no estará con nosotros. Honor a quien honor merece; nuestro amigo y hermano Javier Ernesto Siman Dada.

Javier, gracias por todo ese apoyo incondicional que le diste  a este grupo de amigos desde pequeños; para muchos de nostros fuiste un Angel de Dios en nuestro camino; gracias mil, gracias amigo.

El mejor regalo que podemos darte es un fuerte aplauso de agradecimiento por todo el apoyo que diste a cada uno de nosotros; Dios te bendiga, guarde y proteja de todo mal y peligro hasta donde te encuentres.

Siempre te recordamos con mucho cariño Javi;

Señores empieza la cuenta regresiva para iniciar 40 años de Historia y Victoria; gracias amigos Liceistas por siempre estar ahi;

Viva el Leon Jodido.!!!!!

Audio de Juan Carlos Rivas después de leer este post…