Ha llegado el día al fin. Después de muchos meses de preparación, hoy se cumplen los 50 años del IPADE, el Instituto Panamericano del Alta Dirección de Empresa.
Hoy, hace 50 años, el joven profesor Carlos Rossell Alvarez impartió la primera sesión a los participantes del programa de Alta Dirección 2. Hace muchos años le oí al Doctor Rossell, contar cómo fue ese inicio. Espero tener la memoria clara. Si no, confío que esta anécdota salga publicada en el libro conmemorativo.
Si mal no recuerdo, en los días previos había tenido un pequeño accidente; siendo un deportista consumado, Carlos tenía un golpe muy fuerte, que le hacía no estar en perfectas condiciones físicas. La noche anterior, creo que no fue la mejor noche que había pasado en su vida… Y llega por fin la mañana, y Carlos se inaugura con el primer caso en la historia del IPADE.
Comienza la sesión, y Carlos le da la palabra a quien se la pide, que era, uno de los personajes de más prestigio empresarial que estaba en ese grupo. Este buen hombre empieza a decir qué había visto en el caso y qué soluciones se deberían poner en práctica. Carlos Rossell sudaba mientras este hombre hablaba, y pensaba por dentro: «se acabó el IPADE; antes de que comenzara, este hombre lo está acabando», pues el prestigio de aquel hombre probablemente implicaría que nadie le fuera a refutar, y por lo tanto la discusión del caso, que Carlos había preparado con tanto esmero, se terminaría a los 5 minutos del inicio, y con el fin del primer caso, vendría el fin de la institución.
Pero inmediatamente otro levantó la mano, pidiendo la palabra, y dijo más o menos: «no estoy de acuerdo con lo que acaba de decir fulano»… y, me imagino que Carlos sonrió por dentro y por fuera de felicidad… y pensó: «empezó el IPADE».
Pues este inicio conmemoraremos entre hoy y mañana. Hoy hace 50 años fue esta historia. Hoy tendremos una cena con empresarios de México. Mañana tendremos un evento más académico por la mañana y otro más íntimo por la tarde.
En ese evento íntimo, le daremos un homenaje a Carlos Rossell. Que bien se lo merece, y al que todos estamos agradecidos. Personalmente, estoy muy agradecido con él, porque gracias a él entré a formar parte del IPADE hace casi 20 años.
Hace unos días un buen amigo de Guatemala, a quien también le tengo mucho cariño, me comentó más o menos estas palabras: «Tenés que darle muchas gracias a Dios por el IPADE. A lo largo de estos 50 años, ha hecho mucho bien en México y desde México. Y desde hace casi 20 años, vos participás de ese bien que hace el IPADE». Y me parece que tiene toda la razón.
Ha sido un privilegio formar parte de los últimos 20 años de los primeros 50 años del IPADE. Dios quiera darme más vida para seguir poniendo ese granito de arena de toda esa maravillosa labor formativa-empresarial que hace este gran Instituto.
Felicidades a todos. Gracias a todos.
Y no quiero terminar sin mencionar a quien nos hará falta en esta celebración: Carlos Llano. Aunque recibí pocas sesiones con él, ahora puedo decir que es mi Maestro. Mil gracias Maestro Llano.
(Dejo esta foto, de cuando llegué al IPADE… la dato cerca del año 1998).
